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CLEMSON 40 - ALABAMA 45

Alabama campeón NCAA 2015 (drama incluido)


Alabama fue más, Clemson no fue menos. La final de la NCAA nos regaló uno de los mejores partidos en la historia del futbol colegial, uno que se definió en los últimos segundos.

Alabama campeón NCAA 2015 (drama incluido)

USA Today Sports

Plasmar en palabras lo que sucedió en la final de la NCAA resulta una tarea sumamente complicada. Fue algo explosivo, algo pasional, intenso y muy fácil de admirar, más no de relatar.

La final justificó el sistema de rankings, justificó por qué un equipo fue el 1 del país y el otro el 2, pues seguramente ningún otro equipo hubiera podido ofrecer el espectáculo que ambos regalaron.

La primera mitad y los protagonistas esperados

A pesar de tener planteles de primer nivel, tanto Clemson como Alabama sabían que sería necesario que sus mejores hombres (Deshaun Watson y Derrick Henry respectivamente) tuvieran un desempeño superior al habitual. El hecho que ambos fueron finalistas por el Trofeo Heisman, prácticamente convirtió el partido en un duelo individual.

En el primer cuarto, en la segunda posesión de Alabama, Derrick Henry fue quien tomó la delantera. El corredor de Crimson Tide aceleró y recorrió 50 yardas para anotar su primer touchdown, darle la delantera a Alabama y ponerse por delante de Deshaun.

Deshaun Watson es alguien que goza de acelerar, pero esta vez, la línea frontal de Alabama no le permitió correr y fue con su brazo como logró emparejar el duelo individual. La siguiente serie tras el touchdown de Alabama, Watson lideró una ofensiva que él mismo finalizó con un precioso pase de 31 yardas para emparejar el marcador.
Alabama continuó frenando las carreras de Watson, pero no tomaron precauciones con sus lanzamientos y así, el quarterback de Clemson consiguió su segundo pase de touchdown, para finalizar el primer cuarto con 108 yardas y 2 anotaciones.

El segundo cuarto, sin embargo, no empezó bien para Watson. Fue interceptado y de esa entrega de balón, derivó la segunda anotación de Alabama, nuevamente a cuenta de Derrick Henry. 

El marcador al medio tiempo: Alabama 14-14 Clemson; Watson 2-2 Henry. Así finalizó la primera mitad, sin ventaja para nadie más que para los espectadores.

Tercer cuarto y los relevos.

Jake Coker finalizó la primera mitad con solamente 82 yardas vía aérea. No habían pasado ni 3 minutos del tercer cuarto cuando lanzó un bombazo de 53 yardas a O. J. Howard (ala cerrada) para darle la ventaja a Alabama 21-14. Curiosamente O. J. Howard no había conseguido ningún touchdown en la temporada y escogió el mejor momento para romper su mala racha.
Y así como Coker salió al relevo de Henry, Wayne Gallman hizo lo propio por Watson. El corredor de Clemson consiguió un touchdown que, sumado a un gol de campo, le dio la ventaja a los Tigers 24-21.


Último cuarto y consagración de los protagonistas.
Iniciando el último cuarto, Alabama empató el juego con un gol de campo. Lo que nadie sabía es que, con su siguiente jugada, cambiaría el rumbo del juego.
En vez de despejar largo, Alabama pateó corto y recuperó la posesión del balón ante la pasividad e incredulidad de los jugadores de los equipos especiales de Clemson. Lo peor para los Tigers, fue que Jake Coker volvió a soltar una bomba de más de 50 yardas y nuevamente conectó con O. J. Howard para touchdown. La locura en el estadio, O. J. Howard pasó de ser un desconocido a ser la figura de Alabama que le dio la vuelta al marcador 31-24.

Clemson prefirió acercarse lento pero seguro. Conectaron un gol de campo para recortar la desventaja a 4 puntos. Quedaban 7 minutos, tiempo suficiente, pero los equipos especiales nuevamente fallaron. 
Clemson despejó y Kenyan Drake de Alabama corrió 95 yardas para regresar el despeje a touchdown y ampliar nuevamente la ventaja de Alabama 38 a 27. 
Nadie lo podía creer, en 3 minutos, Clemson perdió una ventaja de 3 puntos y permitió 17 puntos. ¡Increíble en una final nacional!

En vez de darse por vencidos, Deshaun Watson se puso a lanzar y consiguió su tercer pase de touchdown a falta de 4 minutos. Clemson perdía 38-33 pero aun mantenían cierta esperanza.

Tras ver la reacción de Watson, Henry no se quiso quedar atrás y cuando su equipo más lo necesitaba, respondió. Faltaba 1 minuto de juego, Alabama estaba a 1 yarda de otro touchdown y Henry cruzó la zona de anotación para dar calma a su equipo que ganaba 45-33.

Deshaun Watson fue superado por Henry en la votación del Heisman y no estaba dispuesto a ser el perdedor nuevamente por lo que dio lo último que tenía en su humanidad y consiguió su cuarto touchdown con solamente 12 segundos en el reloj. 
Alabama 40-35 Clemson, todo parecía una película, un drama, pero uno de esos que se disfrutan a pesar de estar al borde de un paro cardiaco.
Lamentablemente para Clemson, patearon corto, pero no la pudieron recuperar y con así dejaron ir su oportunidad de ser campeones por primera vez desde 1981.

Fue literalmente hasta el último segundo cuando se definió la final. Una final entre dos potencias lideradas por dos fuera de serie, que mantuvieron la adrenalina en todos los espectadores como si se tratase de un combate entre Héctor y Aquiles en Troya. 
Solo uno fue vencedor y su nombre es Derrick Henry quien concretó un año espectacular: Ganador del Heisman, Campeón Nacional y líder corredor de todos los tiempos en la historia de Alabama al superar las 3565 yardas de Shaun Alexander. Un monstruo.

Hablando de monstruos, con este título, Nick Saban (Coach Alabama) se convirtió apenas en el segundo head coach en ganar 5 campeonatos nacionales en la historia de la NCAA y consiguió el cuarto título para Alabama en los últimos 7 años.

El mejor guerrero lo tuvo Alabama en Derrick Henry, también tuvieron al mejor general en Nick Saban. Sólo necesitaban una victoria épica para consolidarse como la dinastía reinante del futbol americano colegial y la consiguieron en el marco de una final que quedará para el recuerdo.