Alabama es rey y Saban se postula como mejor de la historia
El Crimson Tide, de la mano de su entrenador, venció a Clemson en la vibrante final universitaria. Los de Alabama logran su cuarto título en los últimos siete años.
Muchos critican a Nick Saban, entrenador de Alabama, por lo serio que es. Que, al igual que Bellichick, nunca sonríe. El entrenador es una de las figuras más polarizantes de la NCAA... ¿Pero qué más da? Tiene cinco títulos y cuatro de ellos con Alabama (en los últimos siete años).
Alabama ya es una dinastía: una máquina de reinventarse con las renovaciones forzosas que provoca el nivel universitario.
Yo, como Saban, también dejaría de sonreír si eso significa postularme como mejor entrenador de la historia de la NCAA. Y muchos podrían argumentar que Saban lo es. Con cinco trofeos, ya está a uno del récord absoluto: los seis del legendario Paul "Bear" Bryant.
Derrick Henry, su actual Heisman (el único otro de Alabama fue Mark Ingram Jr., ahora en los Saints) explotó por 158 yardas y tres touchdowns. Y, de paso, rompió el récord histórico de yardas de la universidad: 3,565 yards (en anterior posesión del mítico Shaun Alexander).
Aunque el héroe fue totalmente inesperado: el tight-end OJ Howard, que llegó a la final sin touchdowns durante la temporada regular para sumar dos en el triunfo de anoche.
Clemson, considerado el número uno, llegó al partido con una de las defensas más fuertes del circuito universitario, aunque con notables lesiones. Pese a ellas, aguantó hasta una jugada en particular que cambió el rumbo del partido.
Tras empatar a 24, los de Carolina del Sur probaron un onside kick sorpresa, cometiendo un enorme error. Al final, Alabama recuperó el intento y su quarterback Jake Coker encontró al gran tapado de su ataque: O.J. Howard.
El resto sería historia. Alabama se corona campeón tras vencer 40-45 a Clemson.