Un jugador de Dallas renuncia a dos millones de dólares

No es habitual ver como la honestidad se impone a los deseos de tener más dinero, por eso la historia de Sean Lee, el linebacker de los Dallas Cowboys, es tan especial. Porque demostró ser un tipo de férreas convicciones, algo que, por otra parte, se podía deducir de su juego en el campo, siempre noble, digno y comprometido con sus compañeros.

Resulta que Lee tiene una clausula en su contrato por la que pasaría de cobrar tres millones como salario base en 2016 a cinco en el caso de que disputase al menos el 80% de las jugadas defensivas de su equipo durante la temporada regular. Antes de la jornada diecisiete, y última, de la temporada regular cumplía con ese requisito.

Pero el jueves, en un entrenamiento siete contra siete, se lastimó en el tendón de la corva, según él por no haber calentado bien, y entró en el partido del domingo como "cuestionable". En el proceso de ejercicios previos al encuentro el equipo le preguntó qué tal y, en un principio, se le dio como titular. Pero treinta minutos antes de la patada inicial Sean notó que las molestias eran demasiado como para jugar, así que él mismo se autoexcluyó del duelo. Y perdió dos millones de dólares.

"No sentí que pudiera ser de utilidad para el equipo. Si hubiese tenido un par de días más creo que hubiese podido jugar", declaró el jugador, pero añadió algo aún más relevante para valorar su acción: "Si hubiese sido la Super Bowl hubiese jugado y hubiese intentado darlo todo. Pero supongo que no pasaría de estar al 75%".

La decisión fue total y absoluta del jugador. Nadie le presionó. Jerry Jones, dueño de los Cowboys, lo explicó así: "Nosotros no iríamos, bajo ninguna circunstancia, a ver a nuestros jugadores para hablarles de bonus en sus contratos o asuntos similares. Sean es, básicamente, esencial para nosotros y queremos protegerle. Él mismo sabe que debe protegerse y que no debía arriesgar una lesión para el año que viene".

Está por ver si los Dallas Cowboys le gratifican, de alguna manera, el sacrificio que llevó a cabo Sean Lee. A fin de cuentas, es el indiscutible líder de su defensa y uno de los tipos más sensatos y honestos de toda la NFL.