Una imagen, una frase, de la última semana de la NFL
Cerramos esta sección por este año, y la temporada regular de la NFL, resumiendo cuál ha sido el papel de cada equipo y las sensaciones que ha transmitido.
Se acabo, señores. Sí, punto y final. Me diréis que queda lo mejor, que son los playoffs, pero vosotros, como yo, sabéis que esas tardes de domingo frente a la televisión, con varios partidos simultáneos en varias pantallas diferentes, el canal RedZone, la fantasy, los burreos en redes sociales o WhatsApp, y toda la parafernalia, no son lo mismo en enero. A partir de ahora podremos el mantel caro de las visitas y usaremos cuchillo y tenedor, pero lo que de verdad nos gusta es pringarnos comiendo con las manos y que la cerveza se nos escurra hasta la camisa. Por eso, y porque los aficionados de veinte equipos tienen la vista más puesta en septiembre que en el primer fin de semana de febrero, en las frases de hoy no comentaré los partidos, sino lo que me han transmitido cada uno de los equipos en su propia salsa, de septiembre a diciembre, como mandan los cánones.
Falcons 17 – Saints 20
Es curioso que en octubre estuviéramos pensando en Dan Quinn como entrenador del año y dos meses después los Falcons nos parecieran monjas. Es verdad que les encumbramos antes de tiempo, pero no creo que sean tan malos como parecieron después.
El problema de los Saints no es si su trayectoria ha sido buena o mala, sino qué sentido ha tenido una temporada que al final parece perdida y sin un objetivo coherente a medio o largo plazo.
Bills 22 – Jets 17
Rex Ryan es especialista en dar golpes de efecto que aumentan su fama, pero si miramos el día a día, los Bills de 2015 no han sido mejores que los de 2014… y encima han entrado en el centrifugado de locuras de su entrenador.
La temporada de los Jets ha sido impecable hasta esas últimas tres intercepciones de Fitzpatrick, y el trabajo de Bowles merece una mención, pero incluso con un pie en postemporada parecían un equipo que aún no tenía la solidez y enjundia necesaria para codearse con los mejores.
Bears 20 – Lions 24
Hubo un momento, mediada la temporada, en que parecía que los Bears despegaban como proyecto de futuro, pero Fox, Gase y Fangio tienen mucho trabajo por delante, y que hacer mucha limpieza de corrales, para empezar de verdad una reconstrucción exitosa.
Al final me quedo con las ganas de saber qué habría sido de los Lions si Martha Firestone Ford se hubiera remangado y sacado la escoba algunas semanas antes.
Bengals 24 – Ravens 16
A día de hoy todos nos tememos que el dedo roto de Dalton solo fue el heraldo de un nuevo tropiezo temprano en postemporada. Y sería una lástima, porque sin ninguna duda los Bengals han sido el mejor equipo libra por libra de la Americana durante casi toda la temporada regular.
Quizá hayan sido el mayor fracaso del año. Nos creamos tantas expectativas sobre Flacco, Trestman, y un bloque aspirante al anillo, que cuando el plan empezó a chirriar en pretemporada pensamos que era un accidente. Luego llegó la epidemia de lesiones y lo sepultó todo, pero la realidad es que el proyecto de estos Ravens había nacido enfermo.
Browns 12 – Steelers 28
Un entrenador que nadie quiere, un quarterback que va a entrenar bebido, un general manager que es la voz de su amo y un propietario caprichoso. La fórmula perfecta para que los Browns sigan siendo, un año más, el hazmerreír de la NFL.
Primero fue una defensa que no convencía, luego las lesiones de Big Ben, más tarde la baja de Bell y por fin la ‘antoniobrowndependencia’, pero sea como sea, los Steelers están en playoffs y nadie quiere enfrentarse en postemporada a unos tipos que en enero transforman el football americano en una batalla sangrienta.
Cowboys 23 – Redskins 34
Los Cowboys de 2015 no fueron difuntos el día en que Romo se rompió la clavícula. Llevaban oliendo a podrido desde que fueron incapaces de fichar a Peterson antes del draft.
Olé por Jay Gruden, olé por McCloughan, olé por Kirk Cousins y olé por todos los parias del mundo que se reivindican haciendo un trabajo magnífico cuando nadie cree en ellos como han hecho este año en los Redskins.
Texans 30 – Jaguars 6
Es increíble el daño que puede hacerle a una franquicia una controversia ridícula de quarterbacks… y lo bueno que es decidirse por uno o por otro, cerrar el tema y dedicarse a defender, que es lo que saben hacer tan bien estos Texans.
En 2014 terminé con la sensación de que los Jaguars tenían una plantilla prometedora que no sabía a qué jugaba. En 2015 he terminado con la misma sensación de que los Jaguars tenían una plantilla más prometedora todavía, que tampoco sabía a lo que tenía que jugar.
Colts 30 – Titans 24
Los Colts intentaron hacer un proyecto a corto plazo para ganar el anillo de inmediato y cuatro meses después no tienen proyecto, quizá ni entrenador, e incluso están consiguiendo dejar en entredicho al quarterback más prometedor de los últimos tiempos.
Todo el mundo puede sacar algo bueno de una temporada de la NFL. Por ejemplo, los Titans ya tienen quarterback. Ahora solo queda saber lo que van a hacer con el resto de las posiciones, quién va a ser su entrenador y cómo van a ponerse en el mapa.
Dolphins 20 – Patriots 10
La mejor plantilla más desaprovechada de la NFL ha tenido una buena coartada con Joe Philbin, pero ahora tendrán que buscarse un nuevo chivo expiatorio que justifique los previsibles e inevitables fracasos futuros de los eternamente tristes Dolphins.
En septiembre, octubre y noviembre, los Patriots parecían un tornado que viajaba imparable hacia su quinto anillo… y en diciembre han jugado el peor football americano desde que Belichick llegó a la franquicia. Ahora queda por saber cuál de los dos equipos se presentará a jugar en enero.
Giants 30 – Eagles 35
Los Giants han jugado tan mal en los últimos dos minutos de sus partidos, han sido tan perfectos en su incompetencia final, que ahora nos quedamos con las ganas de saber hasta dónde habrían llegado si, simplemente, hubieran actuado con la mínima lógica. Y mirad que ni siquiera digo con la mínima brillantez.
Durante ocho meses todos nos temimos que Chip Kelly estaba intentando construir un monstruo en Filadelfia y durante cuatro meses tuvimos la certeza de que lo había conseguido.
Cardinals 6 – Seahawks 36
Probablemente, los Cardinals hayan sido el mejor equipo de 2015. Verles jugar ha sido una gozada. Y además se han construido como los bloques clásicos de siempre, intercalando veteranos ilustres con jóvenes figuras para tejer una red casi perfecta que deberá sobreponerse en enero a la lesión de Tyrann Mathieu.
Los Seahawks subcampeones se tiraron media temporada buscándose y, curiosamente, se encontraron al mismo tiempo que se lesionaba Jimmy Graham. Pero al final, la ‘Legion of Boom’ se reinventó para bien, Wilson se reinventó para bien y sólo queda por saber si su juego de carrera es capaz de reinventarse para bien durante los playoffs.
Panthers 38 – Buccaneers 10
Los Panthers han sido un equipo casi perfecto que pese a todo nadie termina de creerse, que es exactamente lo mismo que le sucede a Cam Newton. Ahora tienen la oportunidad de demostrar que sí son casi perfectos.
Hubo un momento en que parecía que este proyecto de los Bucs empezaba a despegar. Sin embargo, esta vez ni siquiera han sido capaces de regalarnos un sprint final meteórico que nos haga creer en ellos de cara a la próxima temporada.
Broncos 27 – Chargers 20
Llevamos toda la temporada dándole vuelta a Peyton Manning, su fascitis plantar, Osweiler convertido en presunto heredero y Kubiak buscando puntos de encuentro, pero la verdad pura y dura es que ha sido su increíble defensa la que ha conseguido llevar a los Broncos a la cima de la Conferencia americana.
Definitivamente, creo que en San Diego hasta los jugadores han estado más preocupados del posible traslado a Los Ángeles que de jugar al football americano.
Chiefs 23 – Raiders 17
Creo que nunca en la historia de la NFL un equipo ha sido tan infravalorado como aspirante al anillo después de ganar sus últimos diez partidos de temporada regular. Y creo que en esta Americana hay vida para estos Chiefs que han elegido vivir por debajo del radar… y todo eso sin Jamaal Charles.
Los Raiders han sido sin duda uno de los animadores de la temporada, pero me sigo reafirmando en que esa plantilla tiene demasiado talento para dejarla en manos de Jack del Rio.
49ers 19 – Rams 16
Cuando todo el mundo busca la fórmula mágica de reconstruir una franquicia en un año, los Niners se han dado el gustazo de tirarse una temporada completa en la interinidad. Ahora solo hace falta que encuentren a un entrenador dispuesto a empezar de cero. Pero de cero absoluto. De la nada.
Estos Rams han conseguido victorias muy meritorias que hablan muy bien de su plantilla, y derrotas inexplicables que hablan muy mal de su staff técnico.
Packers 13 – Vikings 20
Apatía, desgana, desilusión, pasotismo… No sé cómo describir el juego de unos Packers que parecían salir al campo porque no había más remedio y que pese a todo seguirán vivos en enero. No me creo que la lesión de Jordi Nelson pueda hacerle tanto daño a un equipo. Ni me creo que la OL, Rodgers, los receptores y el resto de la plantilla salten con la misma actitud derrotista al emparrillado de Washington.
Hasta ahora, los Vikings han ganado a los que tenían que ganar y perdido con los que tenían que perder, pero a partir de el próximo domingo tendrán a su defensa al completo, a Peterson soñando con la guinda de un anillo y a Bridgewater demostrando que para gestionar bien un ataque no hacen falta florituras. Y todo eso es mucho.
