Los Vikingos son amos y señores de la NFC Norte

En un inicio, parecía que Minnesota y Green Bay hacían lo posible por no ganar y tener que enfrentar a unos peligrosos Halcones Marinos de Seattle.

Sin embargo, alguien tenía que salir airoso de Lambeau Field y al final de cuentas, llegar a Playoffs como campeón de la NFC Norte es una hazaña que se valorará en el futuro y jugar en casa es ventaja, aunque se deba hacerlo ante Seattle.

Minnesota se convenció de que jugar ante su público podría ser la diferencia para vencer a unos enrachados y peligrosos Halcones Marinos y de que ganarle el título divisional a Green Bay viste mucho más que llegar a Playoffs como equipo comodín y por ello fue por un triunfo que finalmente se llevó de Lambeau Field al vencer 20-13 a Green Bay en el último juego de la temporada regular.

Dos goles de campo de Blair Walsh, un touchdown en carrera de tres yardas de Adrian Peterson y un regreso de balón suelto de 55 yardas a la zona final de Captain Munnerlyn ayudaron a los Vikingos a tomar una ventaja de 20-3 que los Empacadores no pudieron remontar.

Mentalmente, llegar con un triunfo a Playoffs debe ser más útil que hacerlo con una derrota, aunque ésta convenga a sus intereses y dejar pasar oportunidades para ganar un duelo es algo que no deja una buena imagen.

Por eso los dos goles de campo de Walsh, el touchdown de Peterson y la anotación de Munnerlyn, quien no tenía otra opción más que levantar el ovoide tras un balón suelto de Aaron Rodgers y regresarlo a la zona final.

La decisión de los oficiales de decretar como balón suelto fue, para no variar, polémica, pues un defensivo le pegó al brazo de Rodgers justo cuando el pasador iniciaba el movimiento para lanzar el ovoide y el golpe mantuvo la moción, pero apresuró la salida del balón de la mano.

Tras revisar la acción, los oficiales mantuvieron el touchdown de Munnerlyn y quizá terminaron por darle el golpe final a las aspiraciones de Green Bay de ganar el título de la NFC Norte ante su afición.

Al ver el vaso medio lleno, los Empacadores pueden consolarse con la idea de que, al compararlos, quizá resulte más sencillo vencer en gira a Washington que en casa a Seattle.

Sin embargo, los Vikingos también le dieron a los Empacadores algunas oportunidades para buscar el triunfo que, al parecer, nadie quería.

Tras la anotación de Munnerlyn, los Empacadores respondieron con un ataque de 80 yardas en 14 jugadas y 6:01 minutos que Rodgers culminó con un pase de touchdown de 16 yardas a Richard Rodgers para acercar 20-10 a Green Bay.

Un gol de campo de Mason Crosby acercó más a los Empacadores, que forzaron un balón suelto de Minnesota en el regreso de kickof para tener de nuevo la posesión del ovoide, el cual regresó a manos de los Vikingos cuando interceptaron en la zona final a Rodgers.

Green Bay tuvo una última oportunidad de empatar la pizarra, pero Rodgers lanzó un pase “Ave María” a la zona final, donde Richard Rodgers, el héroe que le dio el triunfo a Green Bay aquél lunes por la noche en Detroit al atrapar un Hail Mary, estaba listo para repetir la hazaña, pero los defensivos de los Vikingos se lo impidieron para decretar así el triunfo de Minnesota y la conquista de su división.

En una semana sabremos si ganar la NFC Norte fue lo conveniente para Minnesota.