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Kansas City Chiefs 23 – Oakland Raiders 17

Los Chiefs llegan a playoffs con diez victorias consecutivas

Dos intercepciones consecutivas de Alex Smith y un touchdown en los últimos minutos de los Raiders, complicaron la racha perfecta de Kansas City.

Los Kansas City Chiefs llegan a playoffs después de diez victorias consecutivas.
John RiegerUSA Today Sports

Alex Smith no arriesga salvo que le vaya la vida en ello. Incluso entonces se lo piensa. Por eso era el quarterback que menos intercepciones había sufrido en toda la temporada entre los que han sido titulares más de 10 partidos. Solo le habían robado la cartera en cinco ocasiones. Sin embargo, ante los Raiders se soltó la melena después de lanzar un pase de touchdown de 25 yardas a Jeremy Maclin en la primera serie ofensiva de su equipo, y de que Spencer Ware culminara el segundo drive de su equipo con una carrera de tres yardas hasta la end zone.

El primer cuarto terminó 14-0 gracias a esos dos touchdowns y parecía que el resto del encuentro iba a ser un paseo miliar. Kansas City estaba jugando de maravilla tanto en defensa como en ataque. La sobriedad de Alex Smith seguía siendo una buena fórmula para mover las cadenas con seguridad, sin sobresaltos, y que además permitía tener un gran control del reloj.

Sin embargo, de pronto, inexplicablemente, en la primera jugada de una serie que comenzó en su propia yarda 31, Alex Smith decidió intentar un pase a Albert Wilson en doble cobertura. Uno de esos que no se juega nunca para evitar riesgos. E inevitablemente fue interceptado. Por suerte para su equipo, Derek Carr también era interceptado de inmediato en la zona de anotación contraria. Pero cuando parecía que el quarterback de los Chiefs habría aprendido la lección, y recuperaría su estilo sobrio y desconfiado, telegrafió un pase lateral otra vez a Wilson en la primera jugada de la siguiente serie para que David Amerson le atracara y corriera 24 yardas para touchdown.

Del tranquilo 14-0 se había pasado al 14-10, previo field goal de Janikowski, porque Alex Smith decidió dar de forma consecutiva dos pases que en condiciones normales jamás se habría atrevido a intentar.

En la segunda mitad los dos equipos salieron más precavidos. Pero, sobre todo, la defensa de los Chiefs quiso recuperar el protagonismo. Dos sacks casi seguidos a Carr obligaron a los Raiders a intentar un punt entre la espada y la pared que terminó bloqueado por Alexander y saliendo por la línea de fondo. Safety y dos puntos más para Kansas City (16-10).

Lo bueno para los Chiefs fue que en la siguiente serie ofensiva Alex Smith se reivindicó, negándose a dar por finalizado su experimento de atrevimiento. Empezó con una carrera (terminó el partido con 61 yardas terrestres), de inmediato lanzó un pase profundo a Maclin y culminó la serie conectando para touchdown con Demetrius Harris (23-10). Eso sí, a partir de ese momento, el partido consistió en que la defensa colorada le pegara una paliza a Derek Carr mientras el ataque de los Chiefs corría arriesgando lo menos posible. E incluso con ese guión se llevaron un susto cuando Jeremy Maclin se marchó al vestuario después de chocar con Woodson. El corazón de los aficionados del equipo de Andy Reid dio un vuelco. Se temieron que podían quedarse sin una de sus mejores armas de cara a playoffs, aunque suspiraron aliviados cuando volvió al partido después de ser atendido por un golpe sin importancia.

El guión continuó inamovible hasta que un field goal anotado por los Chiefs tuvo que ser repetido por una penalización y en el segundo intento ni siquiera pudieron dar la patada por un error de coordinación. Los de Kansas estaban con la cabeza en otra cosa, deseando ver el final del Broncos-Chargers, más igualado de lo esperado, y que les permitió soñar durante algunos minutos con un título de división que parecía inalcanzable hace diez partidos, cuando tenían un récord 1-5. Sin embargo, los Raiders seguían dispuestos a aguar la fiesta y consiguieron atravesar el campo en poco más de un minuto y que Crabtree anotara un touchdown tras una recepción de 31 yardas (23-17).

Quedaban dos minutos los locales ganaban por seis puntos, los Raiders tenían tres tiempos muertos y después de gastarlos consiguieron recuperar la posesión con 1:34 por jugar. Sin embargo, su drive de la victoria que se quedó a medio camino gracias a una extraordinaria actuación defensiva de un equipo de Kansas que, a partir de ahora, cuando llega el momento de la verdad, tendrá que demostrar que sus diez victorias consecutivas son algo más que una racha sorprendente.