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New York Giants 30 – Philadelphia Eagles 35

Los Eagles celebran con victoria el despido de Chip Kelly

Los de Filadelfia jugaron en ataque con la frescura y la eficacia que les faltó durante toda la temporada frente a unos Giants que por fin corrieron con peligro.

Actualizado a
Jordan Matthews anotó dos touchdowns en la victoria de los Eagles en Nueva York.
AL BELLOAFP

Ha sido mano de santo. Chip Kelly se marcha a su casa y DeMarco Murray coge el balón por primera vez, y para celebrarlo como Dios manda se marca una carrera de 54 yardas para touchdown. Solo le faltó levantarse la camiseta y que debajo hubiera aparecido un mítico ‘Adiós Mr Chips’, con Peter O’Toole, Petula Clark y una V1 estallando en los cataplines del orondo entrenador.

Y estoy seguro de que ganas no le faltaron al bueno de DeMarco, aunque durante el resto del choque no dio pie con bola. Pero si hablamos de ganas, y sin querer ser malicioso, dio la impresión de que los jugadores de Philadelphia pusieron más interés en este partido, en el que no se jugaban nada, que en los quince anteriores en que se lo jugaban todo. Y ya que estamos, también dio la sensación de que lo Giants jugaban más a gusto sin responsabilidad, que sobrepasados por el peso de una posible victoria importante. Aunque no nos pasemos, que quizá lo único que confirmamos es que Rashad Jennings este año ha sido ninguneado de forma inexplicable.

Así que el insípido cierre de temporada de dos equipos que no se jugaban nada, a pesar de que por plantilla debían seguir aspirando a todo, se convirtió en un espectáculo ameno y divertido en el que la mayoría demostraron que son capaces de hacerlo mucho mejor de lo demostrado en 2015.

DeMarco Murray no fue el único en celebrar la marcha de Chip Kelly. Sam Bradford recuperó las sensaciones, y se pareció bastante a ese quarterback talentoso y preciso que todos esperábamos ver este año, cuando dirigió una serie impecable de dos minutos y medio sin reunión, conectó con Ertz para avanzar 60 yardas y que Sproles pusiera la guinda con una carrera de 6 yardas. Un drive que habría firmado Chip Kelly con letras de sangre, y que su equipo fue incapaz de ejecutar hasta que el padre de la idea se marchó a su casa. Y no fue el único. Todo demasiado sospechoso, aunque la secundaria de los Giants siguiera haciendo todo lo posible para dejar en buen lugar a todos los ataques aéreos que se les ponen por delante.

El partido siguió toda la tarde con el mismo guión. Rashad Jennings destrozaba a la defensa rival con sus 170 yardas de carrera, Eli Manning se iba entonando poco a poco, hasta superar las 300 yarda sde pase, y Bradford parecía mucho mejor quartertback que en todo 2015 con sus 320 en 30 completados de 38. El 35-30 final, un resultado que a casi nadie le importa, solo son las cifras de un espectáculo muy entretenido en el que vimos una recepción de Randle de 45 yardas para touchdown, un pick six de 83 yardas de Thurmond, a Jordan Mathews anotar dos touchdowns sin dejar esta vez que el balón se le escurriera entre los brazos, a Zach Ertz ponerse las botas con 152 yardas de recepción… en realidad, todo lo que esperábamos ver de ambos equipos durante la temporada, pero llegando demasiado tarde.

Ahora solo queda saber quién estará en la banda de los dos equipos en 2016. Los Eagles ya están barajando nombres para cubrir el puesto de Chip Kelly y hay rumores de que Tom Coughlin podría renunciar en las próximas horas, después de tres temporadas en que su equipo ha rendido muy por debajo de lo esperado. Vimos una tarde de football decadente, con cierto aire de nostalgia, y con la sensación de que el año que viene la vida será muy diferente en dos equipos que aspiraban a todo en septiembre pero que se diluyeron desde el primer día hasta quedar en nada.