El conjunto de rítmica brinda por un feliz y olímpico 2016

La noche del 31, las seis, protagonizarán el anuncio de Freixenet, las tradicionales y más famosas burbujas de la Navidad, el cava con el que las gimnastas del conjunto español de rítmica celebran ilusionadas la salida de 2015 de cara a un abierto 2016 en el que aguardan con esperanza redondear unos espléndidos palmarés con una medalla olímpica, lo único que les falta ahora.

“Ellas son la cara de la gimnasia rítmica; es lógico que con sus éxitos estén en el centro de los focos. Son la expresión final de un trabajo colectivo, en el que hay muchas personas detrás”, asegura en Madrid la seleccionadora Anna Baranova, que despide a sus chicas para regresar al entrenamiento a primeros de enero, y ya de manera más intensa, con un programa que no permitirá tantas presencias en fiestas y saraos deportivos como en este final de año, porque se inicia ya mismo la cuenta atrás de cara a Río 2016.

De las seis gimnastas que forman el conjunto, ellas saben que en Río sólo competirán cinco. Nueva norma olímpica: la reserva no entra aunque se lesione alguna de las titulares. Lo sufrieron en el Mundial de Stuttgart, donde lograron el tercer puesto en la general, y no pudieron luchar por otra medalla en la final de aparatos por lesión. “Hay que acostumbrarse y saber competir con las normas que nos imponen”, asegura Sara Bayón, la otra seleccionadora del conjunto, que en los noventa fue plata en un Mundial como gimnasta también del conjunto.

Cuatro años después de rozar el podio en Londres, sólo Loreto Achaerandio no sigue en el bloque. También se retiró la granadina Lidia Redondo, pero se recuperó bien de una lesión de tobillo y regresó al poco, en el enero de 2015. Y aquí sigue.La única nueva es Artemi Gavezou, hija de española, y que fue internacional griega. Nacida en Salónica, en España ya ha logrado cuatro medallas mundiales con el conjunto con sólo 21 años.

La cordobesa Lourdes Mohedano era la más joven del conjunto en Londres; ahora ya tiene 21 años y está convencida de que “es posible pelear por medalla”.Para la alicantina Alejandra Quereda, de 23 años, que pasa las vacaciones en Italia “para desconectar un poco”, el 2016 “es un año ilusionante, de mucho trabajo”, apunta esta estudiante de medicina.La madrileña Sandra Aguilar, de 23 años, es otra de las veteranas, también centrada en los Juegos, sin olvidar sus estudios de actividad deportivas.Aunque sólo tiene 21 años, Elena López puede presumir de llevar cuatro años en el conjunto, porque la valenciana de Turis también estuvo en los Juegos de Londres.