Kemboi: "Me gusta disfrutar de mi granja; tengo vacas, gallos..."
El keniano, gran reclamo de la San Silvestre Vallecana, es cuatro veces seguidas campeón mundial y doble oro olímpico en obstáculos.
Tras la sonrisa permanente y los dientes separados del keniano Ezekiel Kemboi se oculta uno de los campeones más importantes del atletismo y el rey de los 3.000 obstáculos. Al kalenji le avalan cuatro títulos mundiales seguidos (desde Berlín 2009 a Pekín 2015) y dos oros olímpicos (Atenas 2004 y 2012). Y no tiene el récord mundial, porque no se lo ha propuesto "en serio". “Yo preparo los Campeonatos que es lo importante, si me fijara en el récord no llegaría tan en forma. Si lo hago bien, pero no es prioritario”, recuerda Kemboi, que es el gran reclamo de los 40.000 atletas que competirán en la San Silvestre Vallecana. “Me gusta Madrid y será bonito disfrutar de esta carrera”.
“Simplemente es el jefe”, recuerda Luis Miguel Martín Berlanas, récordman nacional de obstáculos, que en los últimos tiempos de su carrera se cruzó con Ezekiel. “Es que sus últimos 200 metros son demoledores. Ese final le diferencia de los demás y le da todos sus títulos. Le queda el récord mundial para cuadrar el círculo”, incide el talentoso Rober Alaiz, de 25 años, que empieza a destacar en la élite del steeple cuando Kemboi, a sus 34, quema sus últimos cartuchos: “En Río viviré mis últimos Juegos. Llevo 15 años peleando en la pista y hay que dejar paso, pero, por supuesto, lucharé por el oro”. Después, se plantea otros retos: “Me veo en ruta y corriendo maratones”.
Si Kemboi es una figura reconocida a nivel internacional, en Kenia asciende al nivel de semidios. Los obstáculos son la prueba reina y allí le llueven los aficionados. “De pequeño, cuando iba a la escuela, siempre miraba a los obstáculistas como ídolos. Y ahora soy yo el que está ahí. La gente me transmite mucho su apoyo y siempre me dicen: ¡Creémos en ti, Kemboi!”, relata el multimedallista, que brinda a sus fans sus peculiares bailes y diversos looks capilares (se le ha visto con cresta, con un particular flequillo): “Lo hago por ellos, para que se diviertan”.
Como buen keniano, con sus ganancias económicas en el atletismo Kemboi ha construído su granja de más de 50 acres en Moi’s Bridge en el valle del Rift. “Me gusta mucho estar allí. Cuando no estoy entrenándome la trabajo. Allí tengo mis vacas, mis gallinas… Amo mi granja”, confiesa a AS Ezekiel, que en esta San Silvestre se batirá el cobre con su compatriota Mike Kigen, ganador en 2014, y Evan Jager, el estadounidense que desafía a los kenianos en el tartán y en los obstáculos. Kemboi dice que “la carrera se puede hacer larga”. Gane o pierda, mantendrá la sonrisa y… “Espero hacer un baile en la meta”. Vallecas ya está expectante.