Un 2015 de adioses: Lomu, Bianchi, Malone, Ghiggia...
El mito de rugby, el piloto de Fórmula 1, el futbolista que silenció Maracaná en el Mundial 1950 o el pívot de la NBA, algunos de los que nos dejaron este año.
La inesperada muerte del astro del rugby Jonah Lomu fue tal vez la despedida más impactante que tuvo el mundo del deporte en 2015.
El neozelandés, un ícono mundial en su disciplina, murió el 18 de noviembre de manera repentina a los 40 años, aparentemente por un problema renal que sufría desde hace más de diez años, tras regresar de un viaje por Inglaterra.
Su fallecimiento provocó una enorme conmoción y motivó condolencias desde astros deportivos a líderes políticos. Su funeral en Auckland convocó a miles de fanáticos, que bailaron un multitudinario "haka" en su honor en el estadio Eden Park.
"Fue un gigante del deporte. Llevó nuestro deporte a un nuevo nivel", dijo el presidente de la federación internacional de rugby, Bernard Lapasset, durante el funeral, que terminó con el lanzamiento de 40 palomas blancas.
No por previsible resultó menos doloroso el fallecimiento del piloto francés Jules Bianchi, tras permanecer más de nueve meses en coma después de un accidente en el Gran Premio de Japón de Fórmula 1 en 2014.
"Jules luchó hasta el final, como lo ha hecho siempre. Pero ayer se acabó su lucha", señalaron los padres del corredor, de 25 años, que murió el 17 de julio en Niza.
El piloto de la extinguida escudería Marussia se estrelló el 5 de octubre de 2014 en el circuito de Suzuka contra una grúa móvil para sacar bólidos de la pista.
Apenas un mes después, el deporte motor padeció otro duro golpe con la muerte de Justin Wilson tras un accidente ocurrido durante una carrera de IndyCar en el circuito de Long Pond. El británico de 37 años fue golpeado en la cabeza por una pieza del auto del estadounidense Sage Karam.
"Que en paz descanses, Justin Wilson. Mis pensamientos están con su familia y amigos. Tan triste, difícil de aceptar", lo despidió el español Fernando Alonso.
Otra de las imágenes más impactantes del deporte en 2015 tuvo como protagonista a Pedro Aguayo Ramírez, conocido en la lucha libre como "El Hijo del Perro Aguayo". Durante una exhibición por parejas en Tijuana, Aguayo recibió una patada en la cabeza, perdió el conocimiento y quedó colgado de las cuerdas mientras las acciones continuaban sobre el cuadrilátero.
Cuando percibieron la gravedad de la lesión, sus compañeros intentaron reanimarlo, pero pese a los esfuerzos, El Hijo del Perro Aguayo murió en el hospital Del Prado.
El mundo del fútbol también vivió sus dramas durante 2015. El belga Junior Malanda, mediocampista del Wolfsburgo de 20 años, se mató el 10 de enero en un accidente de tráfico. Por las mismas causas perdieron la vida el uruguayo Carlos De Castro, del Estudiantes de Mérida de Venezuela, y el argentino Diego Barisone, de Lanús.
Viejas glorias del fútbol mundial se despidieron a lo largo del año. El uruguayo Alcides Ghiggia, autor del segundo gol de Uruguay en la final del Mundial de 1950 ante Brasil, falleció el 16 de julio a los 88 años, justo cuando se celebraba el 65 aniversario de la histórica conquista en el estadio Maracaná.
"Qué viejo bárbaro, qué viejo bandido. Qué puntería para morirse", le dijo a la viuda el ex presidente uruguayo y actual senador, José Mujica, por esa coincidencia.
Ultimo sobreviviente del "Maracanazo", Ghiggia pronunció una frase que quedó en la memoria del mundo futbolístico: "Sólo tres personas en la historia han conseguido hacer callar el Maracaná con un solo gesto: el Papa, Frank Sinatra y yo".
El brasileño Zito, bicampeón del mundo en 1958 y 1962 con la "canarinha", fue otro de los astros muertos en 2015, a los 82 años. "No tengo palabras para describir a ese tipo, simplemente le agradezco todo lo que hizo por mí... ¡Gracias, Zito!", escribió en su cuenta de Twitter Neymar como homenaje al responsable de llevarlo al Santos.
Justo una semana después, el 22 junio, su compatriota Carlinhos, uno de los grandes ídolos del Flamengo como jugador y técnico, falleció a los 77 años por una insuficiencia cardíaca.
El fútbol alemán perdió en 2015 a dos entrenadores míticos. En febrero, a los 80 años falleció Udo Lattek, que fue ocho veces campeón de la Bundesliga, y en septiembre, a los 90 años, murió Dettmar Cramer, que llevó al Bayern Múnich a ganar dos Copas de Campeones de Europa en 1970 y 1976.
Además, el legendario futbolista checoslovaco Josef Masopust, ganador del Balón de Oro en 1962, murió a fines de junio a los 84 años tras una larga enfermedad.
En septiembre, a los 76 años falleció Ignacio Zoco, que fue futbolista del Real Madrid durante 12 años y al momento de su muerte desempeñaba el cargo de presidente de la Asociación de Antiguos Jugadores del club español.
La NBA también lamentó pérdidas. El entrenador de Minnesota, Flip Saunders, falleció de cáncer el 25 de octubre, mientras que Moses Malone, tres veces jugador más valioso de la Liga y octavo máximo anotador de la historia, murió mientras dormía el 13 de septiembre.
A ellos hay que sumarle los decesos de Earl Lloyd, primer negro que jugó en NBA; Dolph Schayes, miembro del Salón de la Fama de la NBA; y Dean Smith, mentor de Michael Jordan. "Después de mis padres, nadie influyó tanto en mi vida como el entrenador Smith", expresó Jordan.
En febrero, a los 92 años, también murió el estadounidense Charlie Sifford, el primer jugador negro en el circuito de golf de la PGA.
El atletismo, por su parte, padeció en mayo la pérdida de la ex campeona mundial y europea de marcha Annarita Sidoti, que murió a los 44 años, víctima de cáncer.
En tanto, el judoca japonés Hitoshi Saito, doble campeón olímico y ex entrenador nacional de su país, murió en enero a los 54 años tras no superar una batalla contra el cáncer.
A nivel dirigencial, la pérdida más impactante fue la del mexicano Mario Vázquez Raña, que en febrero falleció a los 82 años después de manejar durante los últimos 40 la Organización Deportiva Panamericana (ODEPA).