San Luis muestra dos caras, pero vence a Tampa Bay
La defensiva de Carneros le permitió a su ataque, dirigido por Case Keenum, sacar cómoda ventaja sobre Bucaneros que, al final, fue determinante.
Los últimos años, San Luis se ha convertido en eterno aspirante a cosas grandes y el triunfo que consiguieron al vencer 31-23 sobre Tampa Bay evidencia la inconsistencia que les ha impedido dar el paso al siguiente nivel.
Se trate de un buen o mal equipo, una ventaja de 18 puntos al medio tiempo debe ser suficiente para manejar el ritmo del encuentro al ataque con ayuda de una defensiva que, al someter al ataque rival, le permitió sacar esa diferencia en el marcador al someter al ataque rival.
Case Keenum no es un nombre que con su sola mención anticipe una victoria, pero ante los Bucaneros, el pasador que tomó el trabajo luego de que el coach Jeff Fisher mandó a la banca a Nick Foles, parece haber entrado en ritmo, aunque un poco tarde para la causa de San Luis, que ha ganado sus últimos dos juegos.
La defensiva de los Bucaneros centró su atención en el corredor novato sensación Todd Gurley, quien sólo sumó 48 yardas, lo que Keenum aprovechó para lucir con dos pases de touchdown en el primer cuarto, de 17 yardas a Tavon Austin y de 60 a Kenny Britt, con los que puso 14-3 al frente a San Luis.
Gurley no se fue en blanco y contribuyò con una anotación de tres yardas que puso la pizarra 21-3 al medio tiempo.
Lo más que habían podido hacer Jameis Winston y compañía ante la defensiva de San Luis fue darle a su pateador Connor Barth, la posibilidad de conectar un gol de campo de 53 yardas.
El culpable del dominio defensivo de San Luis fue el jugador de segundo año, Aaron Donald, quien al sumar cinco tacleadas, cuatro sin asistencia y presionar a Winston con efectividad se convirtió en una pesadilla para la línea ofensiva de los Bucaneros.
El papel de Donald fue clave al impedirle a los Bucaneros avanzar una yarda en cuarta oportunidad en la yarda 23 de San Luis. Incluso, Donald tacleó a Doug Martin dos yardas atrás de la línea de scrimmage para darle posesiòn a su ataque.
Keenum agradeció el favor con el ataque que Gurley culminó con su touchdown.
Arriba 21-6 y con el ovoide en la yarda 21 de Tampa Bay, Austin dio fe de la variedad de armas y formas para atacar que los Carneros tienen al anotar en carrera reversible de 21 yardas en la que hizo morder el polvo a los defensores para extender la ventaja de San Luis.
Sin embargo, pese a forzar un balón suelto e interceptar a Winston en el segundo medio con su defensiva, la inconsistencia que hizo que los Carneros iniciaran la temporada con marca de 2-3 y luego sufrieran una racha de cinco derrotas se hizo presente.
Los Bucaneros se acercaron con una impresionante serie ofensiva de 98 yardas en cuatro jugadas que Winston adornó con pase de touchdown de tres yardas a Luke Stocker para acercarse 31-13 en el último cuarto.
En la patada de kickoff, Brent Cunningham regresó el ovoide 102 yardas hasta la yarda 3 de Tampa Bay, pero Gurley ganó sólo dos yardas y San Luis, que se había visto eficiente al ataque, tuvo que conformarse con un gol de campo.
El ataque dejó vivir a unos Bucaneros que, pese a la intercepción a Winston, anotaron 10 puntos, los últimos siete con recepción de nueve yardas de anotación de Austin Seferi-Jenkins con 1:34 por jugar.
Tampa Bay le facilitó mucho el trabajo a San Luis con su indisciplina, reflejada en nueve castigos que provocaron la pérdida de 56 yardas, las más dolorosas cuando, abajo 31-13, Seferi-Jenkins atrapó un pase que dejó a los Bucaneros en la yarda 1 de los Carneros, pero un castigo de actitud antideportiva por lanzar lejos el ovoide, retrasó cinco yardas a su ataque.
De ahí, los Bucaneros tuvieron que conformarse con el gol de campo que sólo los acercó a 15 puntos de San Luis.
La indisciplina de los Bucaneros evidencia que su proyecto está en los primeras etapas, pero la inconsistencia de los Carneros demuestra que el plan que Fisher planteó para el equipo necesite ajustes, y grandes.