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Reuniones invernales

Tercera jornada de las Winter Meetings en la MLB

En una jornada bastante más descafeinada que las anteriores, el claro objetivo de los equipos es acumular lanzadores de garantías, titulares o relevistas.

Chris Davis.
Getty Images

Si algo nos están demostrando las reuniones invernales en Nashville es la enorme importancia que se le está dando a obtener a pitchers de garantías, lanzadores que pertenezcan a la élite o que aspiren a formar parte de ella.

Ese hecho, como digo, se está poniendo de manifiesto pero, ya no es un terreno exclusivo de los pitchers titulares, esos jugadores que tienen como objetivo ofrecerte de seis entradas en adelante de calidad. No, ese panorama se está dando también en los relevistas y no sólo en los especialistas en lanzar la novena entrada, los closers.

Todo esto viene como consecuencia de lo que ha venido haciendo Kansas City Royals en los dos últimos años, con un grupo amplio y dominante, y la tónica es repetir (si se puede) la fórmula de Ned Yost.

Ese es precisamente lo que transpira de los diversos movimientos que se han hecho en la agencia libre (Darren O´Day, Ryan Madson, Joakim Soria, Trevor Cahill) o bien vía traspaso (Francisco Rodríguez, Craig Kimbrel o Carson Smith). A todo este grupo perfectamente se le podía añadir la llegada de Aroldis Chapman a los Dodgers pero, según van pasando las horas, más y más se va complicando la confirmación de este traspaso.

¿Moraleja? Si no tienes (o no quieres) gastarte tanto dinero en un Greinke, Price, Samardzija o en un futuro en Cueto o Leake, perfectamente puedes emplear esos recursos en tener un bullpen dominante, que te da grandes réditos cuando llegue octubre… o eso esperas.

Todo esto viene a cuento del alto precio que se ha pagado por la llegada de Ken Giles o Justin Wilson, que aterrizan en Houston y Detroit respectivamente, siendo especialmente cierto en el caso del primero.

Con cinco años todavía bajo control para los Astros, Giles ha sido traspasado por los Phillies cuando más alto podía ser su valor y le da un pitcher con hechuras de closer para los texanos, uno que puede darle un salto de calidad a un club que no para de sondear todas las posibilidades con el objetivo de ir un paso más allá a lo conseguido en 2015.

En una operación con cuatro promesas, incluidos los lanzadores Vincent Velasquez y Brett Oberholtzer, los Astros refuerzan un bullpen que, aunque fue mayoritariamente efectivo, tuvo que recurrir a la inteligencia, precisión y a obligar a un flojo contacto de los rivales más que en la velocidad en estado puro. El bullpen texano fue el que tuvo la bola rápida más lenta de toda la competición, con sólo 91.1 millas por hora de media.

Y la falta de punch se nota y mucho en octubre.

Con la llegada de Giles, cuya velocidad media en su recta fue de 96.5, la undécima más alta de toda las Grandes Ligas (mínimo 50 entradas lanzadas), esa asignatura queda solventada (por ahora). Giles lanzó un total de 193 bolas rápidas a 98 millas por hora o más. Los Astros, como bloque en sus relevos, acumuló un total de ocho.

El nuevo mantra de los equipos o redescubrimiento hasta la fecha es, no sólo el potencial de un jugador, sino también los años que vayan a estar bajo control. Ese el fondo de la cuestión en la marcha de Justin Wilson a Detroit Tigers para unos Yankees que todavía no descartan mover a Andrew Miller (¿Dodgers?) si llega una oferta apetecible.

En lo que al clásico mercado de los traspasos se refiere, Seattle Mariners no cesa en remodelar el club bajo los designios de Jerry Dipoto y se confirma la llegada de un excelente bate en Adam Lind a cambio de tres promesas de Ligas Menores, perfilando un turno de bateo mucho más que decente que en el pasado pero quizás demasiado escorado a la izquierda. ¿Solución para los rivales de división? Adquirir pitchers zurdos de garantías.

Lo mismo pasa con Chicago White Sox, que adquieren al tercera base canadiense Brett Lawrie, para manejarse en la esquina caliente, en una operación muy astuta por los de Illinois.

No en el mismo sentido pero sí por la misma vía, intercambio de jugadores entre Mets y Pirates. Neil Walker será el próximo segunda base del club neoyorquino (adiós, Daniel Murphy) a cambio de la marcha de Jon Niese a los Pirates. Ambos clubes cubren necesidades y seguirán moviéndose en los distintos frentes.

Por último y a falta de ver cómo evoluciona el mercado, los Baltimore Orioles han puesto encima de la mesa una oferta de 7 años y 150 millones de dólares a Chris Davis. Sería el contrato más importante en la historia del club pero tiene fecha de caducidad ya que Baltimore no va a seguir el juego (por ahora) a Scott Boras. Si no se llega a un acuerdo, la oferta se retira y se exploran otras opciones.