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Repetición instantánea

La posición de QB suplente, subestimada en la NFL

Brock Osweiler y Matt Hasselbeck demuestran que para mantenerse como equipo contendiente, se debe contar con sustitutos experimentados.

Brock Osweiler, quarterback de Denver Broncos, demostró un partido más que puede ser el guía de unos Broncos que siguen dando imagen de Super Bowl.
Dustin BradfordAFP

Brock Osweiler y Matt Hasselbeck pusieron en la mesa el valor que actualmente tiene la posición de quarterback suplente en la NFL. En un artículo previo al inicio de la temporada regular, platicábamos de lo escasos que están los pasadores sustitutos confiables en la actualidad y uno al que le dábamos esa etiqueta fue Hasselbeck.

Osweiler, detrás de Peyton Manning, era una incógnita que no se resolvería hasta verlo tomar el control total del ataque en Denver y luego de dos juegos, el pasador número 17 ha demostrado estar listo para el reto. Dos juegos son pocos para afirmar que Osweiler es el quarterback del futuro en Denver, pero en esos dos encuentros, particularmente al quitarle el invicto a Nueva Inglaterra, el pasador dio grandes pasos en esa dirección. Osweiler juega con soltura, con una confianza que no se ve seguido en un pasador que vive sus primeros duelos como líder de un ataque en la NFL y mucho menos en un quarterback que ocupa el lugar de un futuro miembro del Salón de la Fama.

 Esa es la confianza que producen tres temporadas y media de trabajo bajo la sombra de una figura del calibre de Manning. Lo que hemos visto en dos juegos de Osweiler, y lo que veremos las próximas semanas, para bien o para mal, se debe a eso. Osweiler tiene un estilo propio que aún no conocemos a fondo y que será depurado. La experiencia que ha adquirido es de ver trabajar a Manning y ésta se refleja en intangibles como el temple y confianza que el pasador demostró al medirse a Brady y vencerlo.

Manejar situaciones de presión es algo que se puede aprender desde la banca. Le sucedió recientemente a Aaron Rodgers cuando fue suplente varias campañas de Brett Favre y con Manning como mentor durante tres años y medio, Osweiler parece haber asimilado valiosas lecciones sobre qué hacer y qué no hacer en determinadas situaciones.

 En Indianápolis, los Potros no deben preocuparse por desarrollar a nadie. Hasselbeck es un viejo lobo de mar con sobrada experiencia para mantener a flote al equipo mientras Andrew Luck se recupera de lesiones en el riñón y abdomen.

 Se puede tener en la banca a elementos con camino recorrido en la NFL como hizo Dallas con Brandon Weeden y luego con Matt Cassel o San Francisco con Blaine Gabbert o Filadelfia con Mark Sánchez, pero la evaluación para tener cubierta la posición más importante en un equipo debe ir más allá. En ese sentido, Denver comenzó a hacer bien su tarea desde 2012 al reclutar a Osweiler en el Draft el mismo año en que contrató a Manning e Indianápolis al contratar a Hasselbeck como seguro en caso de no contar con Luck.

LAS PANTERAS, JUGANDO A TOPE

 Debo reconocer que con su marcha perfecta en 11 juegos, las Panteras de Carolina son el equipo más consistente en la NFC, pero no el más poderoso. Aún veo a Green Bay como el favorito para ir al Súper Tazón. Viene la época en la que jugar en Lambeau Field se convierte en una pesadilla para los visitantes y el clima frío le suele sentar bien a Aaron Rodgers.

 Arizona es un equipo con una sólida defensiva y una potente ofensiva que ha encontrado la forma de ganar varios duelos cerrados, pero cuyos altibajos son notables.

 La actitud que mostraron las Panteras en Dallas fue la de un equipo ganador, es decir, que se cree como tal y supo manejarse en un ambiente hostil ante un equipo mentalmente fuerte por el regreso de su quarterback titular. No digo que Carolina sea un equipo débil. Lo aclaro para evitar malentendidos, pero sí veo su potencial por debajo del de Green Bay y Arizona.

 En cualquier deporte de conjunto, un equipo mediocre jugando a su máxima capacidad se convierte en el peor enemigo hasta del más pintado. En ese sentido, las Panteras, que son un equipo con calibre para Playoffs, están jugando por nota y al máximo nivel en todos sus frentes.

 Jugando a su máxima capacidad, las Panteras son ya el único invicto en la NFL y no resta más que ver cómo manejan psicológicamente situaciones adversas como su primera derrota o desventajas en el marcador en calidad de visitantes.

 MIKE TOMLIN JUEGA ‘SUS’ PARTIDOS

 A veces parece que Mike Tomlin, coach de los Acereros de Pittsburgh, toma decisiones que uno tomaría jugando en el Madden. Tomlin no se caracteriza por ser un entrenador en jefe timorato. En muchas ocasiones toma riesgos, algunos innecesarios, y ante Seattle no fue la excepción.

 La decisión de mandar una jugada de engaño en formación de gol de campo simplemente no tiene explicación. Pittsburgh ganaba 3-0 y tras llegar a la yarda 27 de Seattle, pudo haber intentado añadir tres puntos a su ventaja y mantener el ritmo del encuentro.

 Sin embargo, con la intercepción a Landry Jones, quien intentó lanzar el pase sorpresa al liniero de origen español, Alejandro Villanueva, Seattle regresó el ovoide hasta la yarda 24 de Pittsburgh y seis jugadas más tarde, se puso al frente 7-3.

 Los Acereros retomaron la ventaja al medio tiempo y fue su defensiva la que colapsó al final para permitirle a los Halcones Marinos quedarse con el triunfo, pero esa decisión en la primera acción del segundo cuarto le dio el momento mental a Seattle. Con el yerro en esa jugada sorpresa, Tomlin mostró un lado demasiado precavido al final del encuentro. Abajo 32-27 y con tres minutos por jugar, el coach ordenó un gol de campo desde la yarda 3 de Seattle.

 En los primeros 15 partidos de la Semana 12, 19 equipos intentaron al menos una conversión en cuarta oportunidad. Seis de ellos ganaron y del resto, nueve lo intentaron ya hasta el último cuarto o en su último ataque del partido, es decir, cuando no les quedaba otra opción. Tomlin decidió jugársela en cuarta oportunidad en el primer cuarto, cuando no era necesario y no quiso hacerlo cuando debía, al final del encuentro.

Y PARA TERMINAR…

 En el duelo ante Pittsburgh, Russell Wilson, quarterback de Seattle, sumó su primera victoria en 13 partidos en los que su rival ha anotado 25 o más puntos.