KANSAS CITY CHIEFS 30 - BUFFALO BILLS 22
Maclin y Watkins libran un duelo en los aires que ganan los Chiefs
Los dos receptores estrellas se turnan para asombrar al respetable, pero el equipo de Kansas City se lleva el gato al agua al ser más completo.
Sammy Watkins y Jeremy Maclin, los receptores estrellas de los Buffalo Bills y los Kansas Citiy Chiefs, respectivamente, se citaron en el Arrowhead Stadium y tuvieron un duelo memorable. No fue con un sol crepuscular, ni mirándose a los ojos, sino bajo la lluvia y por turnos, pero ambos demostraron que son esenciales para sus equipos. Watkins tuvo una primera parte imborrable, con 158 yardas y 1 TD mientras que Maclin sumó nada menos que 160 yardas y 2 TDs.
Sin embargo, esa batalla virtual no importó porque lo único relevante es que los Chiefs se mostraron como el equipo más completo y se llevaron una victoria, por 30 a 22, que les permite cobrar una severa ventaja sobre los Bills en la pelea por entrar en playoff con una de las plazas de wildcard de la AFC.
En la primera mitad las dos armas principales de Buffalo, LeSean McCoy y el citado Watkins, camparon a sus anchas por el emparrilado. Mientras el corredor sostenía los drives con carreras que sobrepasaban las cinco yardas con tranquilidad, Sammy se encargaba de rematar en base a big plays. Nadie más retratado que Sean Smith, el cornerback de los Chiefs, que apareció con mala cara en cada una de esas jugadas. De hecho, cuando el balón volaba hacia el otro lado, el de Marcus Peters, Sammy no era capaz de recibir. No fue casualidad.
Como tampoco lo fue que Tyrod Taylor, QB de los Bills, volviese a mostrar sus deficiencias. El único estilo de juego que parece querer es el de buscar en profundo a su receptor principal y rezar para que todo acabe bien, cosa que no siempre parece posible al estar en doble cobertura. Le salvó la enorme habilidad de su compañero.
En esos instantes del partido, primera parte, Buffalo se puso 16-0. A partir de aquí el partido cambió de forma radical.
El ataque de los Chiefs buscó la misma fórmula: balones a Jeremy Maclin y que haya suerte. La hubo en un par de tremendas recepciones que dieron la vuelta al marcador, a las sensaciones y al gameplan.
Parte fundamental esta última, pues Spencer Ware, ya sin la presión de ir muy por debajo en el marcador, comenzó a tener balones y a poder correr con soltura, llegando a las cien yardas al concluir el partido.
Hubo un detalle, sin embargo, que pudo cambiar el signo del partido. Una de las recepciones de Maclin debió ser revisado y marcada como incompleta. Rex Ryan no se atrevió a lanzar el pauñelo rojo y el error de los ñarbitros se mantuvo. No fue el único momento de mala gestión del entrenador de los Bills pues, ya en el último cuarto y con el partido en el alero, una recepción de Chris Hogan fue marcada erróneamente como incompleto, y tampoco pidió la revisión.
Hay que dar el mérito que merece en esta victoria también a la defensa de los Chiefs. Tras la exhibición de Watkins ajustaron la defensa sobre el receptor y este no vio el balón en toda la segunda parte. De la misma forma, consiguieron anular el juego de carrera rival. No así la presión al QB, que apenas existió por ninguno de los dos equipos.
Kansas City mejora sus opciones de playoff, pues, poniendose 6-5 y en una posición envidiable porque Buffalo, por poner el ejemplo más obvio, se queda en 5-6... y con el desempate en contra por la derrota de hoy. Parece que la franquicia de las grandes ligas norteamericanas que más tiempo lleva sin meterse en postemporada, los Bills no lo hacen desde 1999, van a seguir siendo los portadores de tal honor.