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AFC Norte desde dentro

Schaub dirigirá a los Ravens lo que resta de temporada

La lesión de Flacco convierte al errático QB en comandante de un barco que navega por aguas turbulentas, y cuyo rumbo apunta ya a 2016.

Matt Schaub sogerá las riendas del ataque de los Ravens tras la lesión de Flacco.
Baltimoresun.com

Los Ravens se encuentran en una dimensión desconocida. Sus derrotas superan el doble de sus victorias, y sus aspiraciones de playoffs, entrando en la jornada 11, son prácticamente inexistentes. Pese a raciales victorias como la del pasado domingo, su objetivo debería fijarse más en el futuro. Múltiples factores ya expuestos en anteriores artículos (exceso de penalizaciones, inadecuadas estrategias ofensiva y defensiva, etc.), les han llevado a esta situación. Pero hay que reconocer que las lesiones les están golpeando duramente. Esta semana han caído Flacco y Forsett, con lo que se completa la pérdida de la “Santísima Trinidad” ofensiva: QB, RB y WR principal (Steve Smith).

Resultará extraño ver tras el center (que tampoco será el original, también lesionado) a un quarterback con un dorsal distinto al 5. Desde su llegada a la liga en 2008, Joe Flacco jamás se había perdido un partido como titular. Pero la suerte, como a otros compañeros, le ha abandonado. Romperse los ligamentos de la rodilla es una lesión seria (6 a 9 meses), y va a llegar muy justo para iniciar la temporada 2016 como titular.

Su sustituto será el desorejado Matt Schaub (perdió parte del lóbulo de su apéndice auricular izquierdo tras un golpe en un partido contra Broncos en 2012). El veterano de 34 años tiene ante sí una excelente oportunidad de relanzar su carrera. Drafteado en 2004 como suplente de Vick por Atlanta, donde estuvo 3 años, los Texans dieron por él 2 segundas rondas de draft más un intercambio de posición en la primera. Un precio algo desorbitado por un QB reserva, pero significativo de la confianza que tenían en él.

Al principio, su trayectoria respondió a las expectativas. Altas cifras de yardas de pase y touchdowns le hicieron pieza cotizada en fantasy, y hay quien asegura que de no haberse lesionado en 2011, los Texans hubiesen sido un serio candidato a la Super Bowl. Sin embargo, cayó en desgracia la temporada 2013 tras una ignominiosa racha de intercepciones (“pick-six” en 4 partidos consecutivos, un record en la NFL). Fue cortado pese a haber firmado el año anterior un contrato por 4 años y 30 millones garantizados. Al año siguiente recaló en Oakland como QB de transición mientras el novato Carr se adaptaba a la NFL, pero finalmente fue el rookie quien se ganó el puesto de titular, y en sus escasas apariciones fue incapaz de dejar atrás su maldición con las intercepciones (de sólo 10 pases intentados, 2 cayeron en manos rivales).

En Marzo pasado llegó a Baltimore con un contrato de sólo 1 año casi por el salario mínimo, y a duras penas pudo conservar el empleo tras un decepcionante training-camp. Ahora tiene por delante 6 partidos en los cuales, por la situación actual del equipo, no se le va a pedir tanto que gane los partidos, como que sea capaz de hacer progresar a los jóvenes de cara al futuro. Alimentar de balones al RB novato Allen, probar a los receptores Aiken y Brown, involucrar en la ofensiva al TE Williams

Sin embargo, éste no es el Schaub que conocemos, un temerario pistolero. Puede que los Ravens no lleguen a ninguna parte este año, pero eso no significa que no podamos divertirnos con su juego. No dudo que aprovechará esta oportunidad para intentar lucirse y encontrar un mejor puesto de trabajo en 2016. Si llama la atención, podría escoger otro equipo donde percibir un sueldo mejor remunerado y, por qué no, más posibilidades de titularidad. Con la actual crisis de quarterbacks en la liga, un veterano como él podría recibir buenas ofertas de más de una franquicia para desempeñar un papel que, cada vez más, se está demostrando vital para sostener las opciones de un equipo con aspiraciones que perdiera al titular (véase Dallas, por ejemplo).

Renovar por Baltimore también sería una posibilidad. Los 30 años de Flacco no suponen una edad excesiva para un QB, así que en principio, si su recuperación es positiva, no hay urgencia por buscarle un reemplazo más joven. Por esta razón, podría tener sentido apurar la carrera de Schaub como suplente un par de años más. Sin embargo, en los últimos días, está creciendo un rumor que situaría a Colin Kaepernick en la órbita córvida si fuera cortado por los 49ers. Si sus mejores años fueron con un Harbaugh de entrenador, ¿por qué no habría de funcionar con el hermano?