Los padres de Flutie mueren de un infarto el mismo día
El que fuera QB de los Bills, Bears, Patriots y Chargers sufrió la trágica pérdida de sus progenitores en el transcurso de una hora.
Doug Flutie, QB que lo fue de los Buffalo Bills, New England Patriots, Chicago Bears y San Diego Chargers sufrió ayer la pérdida de sus padres de una manera especialmente trágica.
Su padre estaba enfermo en el hospital y un infarto acabó con su vida. Y antes de que pasase una hora su madre sufrió también un problema cardíaco y falleció.
"Siempre se ha dicho que se puede morir cuando te rompen el corazón, y yo así lo creo", dijo Flutie en un texto publicado en Facebook en el que explicaba la situación. Es un punto de vista romántico que, sin duda, reconfortará a una familia que está pasando por este mal momento.
Los Bills mostraron a su ex-jugador todo su apoyo con la siguiente declaración: "La organización está profundamente apenada tras oír la noticia del fallecimiento de los padres de Doug Flutie. Doug sigue siendo una de las figuras más queridas de la historia de nuestra franquicia y nuestras condolencias son enviadas a él y a toda su familia".
Doug Flutie es, en verdad, una de las figuras más queridas en Buffalo. A pesar de haber jugado para varios equipos, e incluso haber dedicado buena parte de su carrera a la liga canadiense, fue en los Bills donde más relevancia alcanzó. Jugó la Pro Bowl en 1998 y estuvo presente en el último equipo de la franquicia que jugó playoffs, en 1999, estando presente en el inmensamente famoso, y de horrible recuerdo para los fans de los Bills, "Music City Miracle Game" donde los Titans ganaron en la última jugada del partido con un pase lateral en un retorno para touch down.
Aunque, quizás, el recuerdo más simpático de la carrera de Doug Flutie sea que se despidió del football profesional, en los Patriots y en su última jugada de su último partido, con la única conversión de un drop kick desde los años cuarenta en la liga:
Un genuino buen tipo de la historia de la NFL, nunca estrella pero siempre respetado y querido, que ha visto como en una sola hora perdía a sus progenitores. Le queda el consuelo, como al resto de su familia, de que ambos vivieron una vida juntos tan feliz que se marcharon a la vez.