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Tampa Bay Buccaneers 18 – New York Giants 32

Los Giants pasan el trámite con una victoria gris en Tampa

Eli Manning se puso el mono de trabajo para superar a unos Buccaneers que se quedaban sin ideas cuando entraban en la red zone rival.

Shane Vereen anotó un touchdown en la victoria de los giants en Tampa.
Mike EhrmannAFP

Eli no tuvo un día especialmente brillante. Y se vio venir desde la primera jugada, en que fue interceptado para empezar a hablar. Pero estos Buccaneers son demasiado blanditos y necesitan más rodaje. Nunca supieron aprovechar el día insulso del quarterback rival, que se dejó de florituras y se puso el mono de trabajo para cumplir con el trámite, y también fueron profundamente insípidos. Es verdad que anotaron en sus dos primeras posesiones, pero tuvieron que conformarse con field goals. Y eso que en la primera empezaron a atacar en la yarda 13 contraria, y en la segunda Winston conectó con Evans, su receptor fetiche en el partido (7 recepciones,137 yardas), para un pase de68 yardasque les dejó a la puerta de la zona de anotación.

Entre medias, Brown anotó un field goal para los Giants, y el partido, sin ser trepidante, sí transmitía intensidad y la sensación de que ambas defensas no estaban para muchas frivolités.

Pasado el prólogo de patadas a palos, Eli se entonó un poquito y dirigió su serie más solvente de la noche, de más de 7 minutos, apoyándose en Andre Williams, el primer inquilino de un backrfield de los Giants que comienza a ser una casa de locos. Hasta cuatro jugadores (Williams, Jennings, Darkwa y Vereen) tuvieron más de cinco carreras en el partido, pero aquello parece una especie de torre de Babel en que no se sabe muy bien qué idioma habla cada cual. Sin embargo, en esa primera serie el elegido fue Williams y el resultado un pase de touchdown a Randle. 6-10 y los visitantes se adelantaban, pero en su mundo imprevisible que convierte el resultado de sus partidos en mera anécdota hasta el último momento.

De inmediato, los Bucs devolvieron el regalo inicial de los rivales con un fumble de Doug Martin. Los Giants empezaron la serie a28 yardasde la meta y no desaprovecharon la oportunidad. Touchdown de pase a Verreen, 6-17 en el marcador y todos con ganas de seguir anotando, aunque solo fueran field goals. Porque cuando Tampa entraba en la zona roja se quedaba sin ideas o sin soluciones, aunque Charles Sims le robara todo el protagonismo a Martin en el backfield y Humphries intentara ayudar un poquito a un Mike Evans que estaba en todas partes, pero ni eso era suficiente.

Además, Connor Barth fallaba una patada de43 yardasy los Bucs iban perdiendo comba (9-17) irremediablemente.

En la segunda mitad, continuaron la falta de pegada y los field goals. Para empezar, fumble de Sims, balón para los Giants en la yarda 24 rival, y triste patada a palos después de tres intentos infructuosos. De inmediato, field goal de53 yardasde Barth que así se quiso hacer perdonar el error anterior (12-20). En la siguiente serie Eli Manning sufrió su segunda intercepción, pero esta vez ni siquiera tuvo como consecuencia una anotación de tres puntos.

Con la misma dinámica, entramos en el último cuarto y Winston pareció despertar después de que Sims galopara una carrera de59 yardasque dejó a los Bucs en la yarda 10 rival. En tercer down, el quarterback sacó toda la garra que le había faltado hasta entonces para dar un salto de Superman que acercó a los suyos (18-20), aunque con la conversión de dos no tuvo tanta suerte.

Viendo cómo suele gestionar los finales de partido el equipo azul de Nueva York, los aficionados de los Giants se temían lo peor. Quedaban nueve minutos y medio y sus rivales parecían despertar, pero dos field goals más de Brown, y la ingenuidad de los Bucs, sentenciaron el partido (18-26). Incluso dio tiempo a que en la última jugada desesperada, mientras los jugadores locales se pasaban el balón como gallinas en un corral a ver si sonaba la flauta, Wade les robara la cartera y anotara el touchdown definitivo (18-32).

Tenían tanta prisa por marcharse que ni siquiera se molestaron en intentar el extra point. Rodilla a tierra y para casa, que todo el mundo estaba harto de tantas patadas.