Alejandro Villanueva fue mejor jugador de la OL de los Steelers
Destacó tanto en protección de pase como abriendo puertas para la carrera, exasperó a sus rivales, incapaces de sobrepasarlo y fue puntuado con +3,4 por PFF.
Ya lo contamos ayer en la crónica del partido, pero el español Alejandro Villanueva fue, sin duda, el mejor jugador de la línea de Pittsburgh. El left tackle ha mejorado significativamente su capacidad para abrir puertas a la carrera después de algunos partidos dubitativos en esa faceta en pretemporada, y contra Michael Johnson se mostró mucho más dominante que la semana pasada ante Tamba Hali, que sí le dio muchos más problemas.
Según PFF, Villanueva no solo tuvo un par de errores de comunicación en jugadas de ‘stunt’ en sus 55 acciones de protección de pase.
Pese a que la semana anterior, ante los Chiefs, también tuvo un error puntual de comunicación con DeCastro en otra jugada de ‘stunt’ (jugadas en las que los líneas defensivos cruzan posiciones e intercambian puertas para desconcertar a sus rivales), ambos comienzan a entenderse mucho mejor y ante los Bengals se les vio muchísimo más compenetrados e incluso dialogando entre jugadas para ajustar.
Otro detalle llamativo de Villanueva es que esta semana no pareció tan preocupado de las puertas interiores y ganó mucha solvencia evitando que sus rivales doblaran la esquina para intentar el sack. Por su lado, Big Ben apenas tuvo presión y en la única jugada que Michael Johnson pensó que había conseguido sobrepasarle, Alejandro le dio un empujón que literalmente le sacó del plano de la televisión.
Y es que otro de los detalles que sorprenden de Villanueva es su capacidad física. Es un portento que en alguna jugada de carrera consiguió abrir la puerta y llegar hasta el segundo nivel llevándose consigo dos jugadores. Esta semana nunca se encontró desubicado en jugadas de carrera como sí sucedió puntualmente la semana anterior. Se le vio mucho más tranquilo que hace siete días, asentado en su puesto, y en absoluto encorsetado. Curiosamente, eso le ayudó directamente en el aspecto físico. Ante los Bengals se le vio mucho más rápido, atrevido e intimidante. Su físico imponente destacaba en la línea de scrimmage y siempre fue un dolor de cabeza para sus rivales.
Otra de sus virtudes está siendo su disciplina casi germánica. Y en ella se vislumbra su pasado militar. Desde la pretemporada no ha cometido aún ni una sola penalización. Ni una salida falsa. Se mantiene impasible, marmóreo, hasta el instante en que comienza la jugada en que salta con sus 2,08 metros de altura como un tigre. Además, en el partido de la semana pasada, probablemente intimidado ante la responsabilidad de su primera titularidad, se le vio algo acomplejado. Sin embargo, esta vez ya se vislumbró esa mala uva y agresividad que siempre acompaña a los grandes líneas ofensivos.
Quizá por ahora solo sea un deseo, pero Alejandro apunta maneras para convertirse, si sigue en esa línea ascendente, en un referente de la NFL en la posición de tackle izquierdo, el guardaespaldas más importante del quarterback. Si ya ha hecho historia llegando a la NFL después de cuatro años sin practicar football americano, podemos empezar a soñar con que siga haciendo milagros y pueda terminar elegido para jugar la Pro Bowl en el futuro.
Ayer, una vez más, los aficionados españoles nos sentimos orgullosos de ver jugar a Alejandro Villanueva.