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Pittsburgh Steelers 10 – Cincinnati Bengals 16

Los errores de Big Ben lastran a los Steelers ante los Bengals

La defensa de Pittsburgh jugó un gran partido, pero la lesión de LeVeon Bell y las tres intercepciones de Big Ben facilitaron la victoria de unos duros Bengals.

Tres intercepciones a Ben Roethlisberger siempre en el peor momento posible decidieron un partido vibrante pero sin buen juego.
Jared WickerhamAFP

Estamos a mitad de temporada, pero el Steelers-Bengals olía a postemporada. Si Cincinnati ganaba, podía dar un golpe de muerte a la división y dejarla prácticamente sentenciada. Si los Steelers conseguían imponerse, se subirían directamente al carro de los favoritos después de que en pretemporada prácticamente nadie contara con ellos por las dudas que provocaba su defensa.

A la tensión del duelo divisional se unía el regreso a Ben Roethlisberger, recuperado de la lesión que le ha mantenido cuatro semanas en la banda. Los Señores del Acero han conseguido capear el temporal saliendo del compromiso con dos victorias y dos derrotas sin un quarterback titular, pero por el camino han demostrado que su defensa sí ha dado un importante salto de calidad respecto al año pasado. Por eso, todo el mundo esperaba expectante el regreso de Big Ben. Con él, los Steelers podrían volver a tener uno de los ataque más explosivos de la temporada y la defensa ya no sería un lastre, sino un arma más para completar un bloque que podía aspirar a todo.

La prueba del algodón para estos Steelers renacidos eran unos Bengals meteóricos hasta ahora. Su ataque se estaba coronando como uno de los más explosivos de la NFL y su defensa, pese a la mala costumbre de fallar placajes, seguía siendo sólida, y con varias de sus estrellas brillando a muy alto nivel.

Con este panorama, el partido comenzó como se esperaba. Tensión máxima, electricidad en el ambiente y ritmo y exigencia de postemporada. En la primera serie, los Steelers se atravesaban el campo durante más de 7 minutos para que Antonio Brown inaugurara el marcador (7-0). La defensa de Cincinnati parecía abrumada y el español Alejandro Villanueva, otra vez titular, ganaba en empaque y presencia respecto a la semana pasada. Esta vez si era un gigante para un Michael Johnson que no sabía por dónde abordarle.

Pero los Bengals no se amedrentaban, aunque sin la frescura ofensiva de semanas anteriores. Dalton no conectaba con múltiples receptores como nos tiene acostumbrados últimamente, un Eifert perfectamente marcado dejaba de ser un factor, y el quarterback terminaba recurriendo a su seguro para todo. AJ. Green terminó la primera mitad con siete recepciones para61 yardas. El resto del equipo solo sumó cuatro balones.

El ataque visitante se movía, pero no lo suficiente para llegar a la meta. Tuvieron que conformarse con dos field goals que dejaron el marcador 7-6 que se mantuvo inamovible hasta el descanso, mientras ambas defensas imponían su ley, Dalton vivía agobiado por la presión y LeVeon Bell se lesionaba otra vez en su rodilla derecha y tenía que abandonar el partido con cara de circunstancias tanto de él como del médico de los Steelers.

Tras la reanudación, la presión del front seven de los Steelers sobre Dalton se multiplicó hasta límites insoportables. El quarterback pelirrojo era incapaz de recibir un balón sin sentir de inmediato la presión de un rival a pocos centímetros, pero Big Ben parecía empeñado en que le interceptaran. Si en la última serie de su equipo de la primera mitad intentó el mismo pase a Antonio Brown en dos jugadas consecutivas, jugándose la pérdida de balón en las dos, tras la reanudación regaló la pelota a Reggie Nelson en una intercepción que habríamos conseguido, sin problemas, cualquiera de los espectadores que veíamos el partido. Aunque los Bengals no consiguieron sacar nada en claro del regalo.

Entonces apareció un Heath Miller más inspirado que Antonio Brown y que se convertía en la válvula de seguridad de un Roethlisberger demasiado oxidado después de la inactividad. Una serie en la que el tight end fue el protagonista, terminó con un field goal que ampliaba la ventaja de los locales (10-6).

El partido, que había comenzado vibrante, había entrado definitivamente en una dinámica de errores e inseguridad de ambos quarterbacks, incapaces de desarrollar su juego y que terminó por contagiarse a todos los jugadores. Con penalizaciones constantes y más emoción que juego.

Por el camino, los Bengals fallaban un field goal, Roethlisberger se atascaba en la yarda 35 rival para que su equipo terminara despejando un punt, Dalton era de inmediato interceptado en la end zone rival después de una serie angustiosa, tres y fuera de los Steelers, nueva intercepción del quarterback de Cincinnati, y segunda perdida de balón de Big Ben de inmediato. Todo ello salpicado de pañuelos amarillos y la impresión de que la estrella de los Señores del Acero había llegado demasiado oxidada al partido.

Esta vez los visitantes no dejaron escapar el regalo y culminaron la remontada con pase de touchdown de Dalton a Green (11 recepciones para 118 yardas en el partido) que les adelantaba (13-10). En la siguiente jugada, Roethlisberger volvía a ser interceptado y el drive de la remontada se convirtió en pesadilla. Field Goal de44 yardasde Nugent, 16-10 en el marcador y un minuto y 47 segundos para que los Señores del Acero intentaran el milagro.

En un partido con más errores que épica, la última serie hizo honor a lo sucedido. Los Steelers llegaron hasta la yarda 10 rival y Big Ben lanzó un pase inatrapable que fue un triste epílogo para su regreso.

Los Bengals no brillaron como lo habían hecho durante toda esta temporada, pero volvieron a demostrar la madurez y dureza de los campeones agarrándose al partido cuando durante muchos minutos parecían casi a punto de rendirse, con una línea ofensiva que fue una y mil veces atropellada por la defensa del Acero. Los Steelers han mejorado una barbaridad en defensa y siguen con todas las opciones intactas, pero necesitan la vuelta del mejor Big Ben, y que la lesión de LeVeon Bell no sea tan grave como parece, para que su ataque recupere la explosividad.

Mientras tanto, Alejandro Villanueva cada vez juega mejor, más asentado, seguro y dominante, con el objetivo de confirmar la titularidad y de convertirse en uno de los referentes de su posición en la NFL de los próximos años. Para mí, hoy fue el mejor de la OL de los Señores del Acero pese a la derrota.