Una teoría socialista sobre la National Football League
Un triunfo en la NFL vale en realidad menos en términos reales que un triunfo en béisbol, o baloncesto, hace más de 40 añosPatriots-Steelers
Lo de que la NFL es una liga deportiva profesional que sigue un sistema socialista es algo que se lleva comentando varios años porque los beneficios se reparten por igual entre todas las franquicias. Por lo tanto, los propietarios no ganan tanto financieramente cuando sus equipos ganan. Es un concepto que popularizó el analista político y humorista Bill Maher, más bien para sacar un titular de “la NFL es socialista” en vez de para explicar realmente los tintes de sistema socialista que tienela National FootballLeague.
Hace unos meses, se publicó un trabajo en International Journal of Sport Finance, una publicación trimestral académica y práctica sobre la economía del deporte, donde se buscaba el vínculo estadístico entre las victorias de un equipo y sus beneficios totales; el estudio se llevó a cabo en la NFL, la NBA y la MLB.
La conclusión central es sorprendente. Mientras en la MLB y la NBA un incremento del 10% de los triunfos de un equipo en una temporada trae un 2,7% más de beneficios, en la NFL es solo del 0,14%. ¿Cuál es la causa? Aunque las tres ligas reparten los ingresos televisivos por igual entre las franquicias, en el fútbol americano profesional también se reparte una parte sustancial de la taquilla y el merchandising. No es así en el béisbol y el baloncesto profesional, donde los beneficios de los medios locales, los tickets y los sponsors no se comparten mucho. Por lo tanto, podemos decir que el impacto de ganar en la NFL no supone un gran empujón financiero para una organización.
Estas conclusiones se pueden ilustrar mejor mirando en la contribución económica de un jugador a su equipo, es decir, en qué medida la actuación de un jugador afecta a la victoria de su equipo y cómo ésta afecta consecuentemente a los ingresos de la organización. El problema es, obviamente, que estamos hablando de un valor subjetivo (porque son muchos factores) pero imaginémonos que solo seleccionamos aquellas actuaciones muy claras que desembocan en un triunfo final. Ese vínculo nos da, gracias a este trabajo de 1973 del economista deportivo Gerald Scully, que en la MLB cada victoria eran $900.000 de ingresos en los años setenta y en la NFL $412.000 ahora mismo. Un triunfo en el football profesional vale en realidad menos en términos reales que un triunfo en béisbol hace más de 40 años.
Con la teoría de Scully en la mano, un quarterback como Aaron Rodgers que aportó 5,87 triunfos a su equipo el año pasado (según Advanced Football Analytics) solo generó un impacto económico de $2,5 millones para los Packers. Es decir, como las victorias de un equipo no repercuten los ingresos de este, las actuaciones de sus jugadores tampoco. Por lo tanto, si las franquicias no tienen incentivos financieros por ganar, lo único que nos queda es que quieren ganar solo por el hecho de ganar. Cuando gana una, pierde otra, y así en una espiral sucesiva.
El aspecto socialista de la NFL es que todos están jugando en las mismas condiciones de salarios, y un equipo ganador se hace por pura meritocracia: elegir un buen general manager, que el general manager fiche a un buen entrenador, que se construya un sólido equipo con ese payroll y un largo etcétera. La otra lección es que el dinero no es lo que mueve a los propietarios y las organizaciones, sino ganar. Dicho esto, no es que sea la NFL socialista, es que es una teoría y aspecto que casa con el socialismo. Estamos hablando de empresas de propiedad privada (no pública), a excepción de los Packers, de un gran negocio (la NFL) con 32 socios (las franquicias).