La determinación de los Redskins está pasando desapercibida
Los ‘cardiac Redskins’ de Jay Gruden son una demostración de carácter desde la pretemporada. Un equipo con un buen futuro por delante.
Las últimas temporadas hablamos más de los Washington Redskins en pretemporada que cuando verdaderamente importa. Pero esta temporada no se habla de ellos pese a que están haciendo méritos suficientes como para que estén dentro de las habituales conversaciones sobre la NFL. No como candidatos, pero si como un equipo a tener en cuenta de cara al futuro, y con un Jay Gruden que con todo en contra está demostrando ser un magnífico técnico y gestor.
Los Washington Redskins están llenos de deficiencias y limitaciones, pero se comienzan a atisbar unos cimientos poderosos sobre los cuales construir de cara a un futuro no muy lejano. El mayor problema esta temporada es la conversación e interés casi político que esta temporada está recayendo sobre la figura del quarterback. Esa presión cae directamente en los hombros de un Kirk Cousins que cuando tiene a su alrededor las piezas necesarias está sabiendo responder, lo hizo este domingo ante los Tampa Bay Buccaneers, en lo que es ya la mayor remontada en la historia de la franquicia capitalina.
El retorno de hombres capitales como el tackle izquierdo, Trent Williams, y su tight end titular, Jordan Reed. Con ellos el papel de Cousins mejora exponencialmente, pese a todo, sigue habiendo un grupo de personas que continua sin creer en la figura de Kirk Cousins, y piensa que cuanto antes deje de ser titular mejor será para la franquicia. No cabe duda de que la prensa se ha encargado día sí y día también, de dar a conocer esta situación al pobre Cousins. El cual estalló de la siguiente forma tras el partido.
No defiendo esta clase de comportamientos ante los medios, bien está claro que como periodista conozco como podemos ser en algunas ocasiones. Pero Cousins es un profesional y debe hacer callar a sus críticos en el campo, no reprocharles después sus palabras. Comportamiento más que habitual y que cualquier día puede estallarte en las narices. Dos ejemplos serían Kaepernick en el lado más similar al de Cousins, y Tom Brady la temporada pasada tras la derrota ante los Chiefs, silenciando sobre el campo.
Me gusta el carisma y que los jugadores se expresen de una forma menos robótica y tópica que la habitual en la actualidad. Aún con ello pienso que deben existir unos límites, no sólo pensando en lo que ha dicho Cousins, sino especialmente en su rival divisional Greg Hardy. Me parece deleznable no sólo su comportamiento, sino la forma en que la franquicia de Dallas ha defendido lo indefendible, además de su comportamiento ante los medios imitando a Marshawn Lynch (desgraciadamente ha hecho escuela). No os extrañe que estos jugadores acaben formando parte de algún medio de comunicación cuando terminen sus carreras, lo cual sería el mayor ejercicio de hipocresía posible.
Sea como sea, los Redskins demostraron determinación, algo que para mí se vio reflejado en un jugador que terminará convirtiéndose en una estrella de la liga: Bashaud Breeland. El cornerback de segundo año procedente de Clemson realizó la jugada más importante del partido. En los Redskins ya sueñan con tener entre manos a un jugador capaz de rememorar al mejor jugador de la historia de la franquicia, Darrell Green. La jugada voy a ilustrarla con dos imágenes
Podemos observar como Bashaud Breeland se sitúa en el lado contrario por el cual Doug Martin iba a romper a correr. Los Redskins iban a mandar un blitz, y Breeland estaba alineado con un receptor. Al reconocer la jugada, Breeland no tarda en tomar un ángulo perfecto para a máxima velocidad alcanzar a Doug Martin y frenar así el touchdown que hubiese cerrado el partido.
Los Redskins acabarían frenando a los Bucs en un ‘goal line stand’, obligándoles a patear un ‘Field Goal’, estando así a tiro de touchdown y conversión de ganar el partido. La remontada sólo fue posible gracias al compromiso y reconocimiento de la jugada por parte de Breeland, no es sencillo reconocer el ángulo perfecto para alcanzar tras más de 40 yardas de carrera a un Doug Martin que está de dulce esta temporada.
Tras ese esfuerzo titánico se lesionó, molestias en el tendón de la corva. Esta temporada está siendo habitual para el cornerback sentir toda clase de molestias físicas, pese a ello está siendo uno de los jugadores más sobresalientes del equipo, tanto en las victorias como en las derrotas. La determinación de Bashaud Breeland es total, así como la de una franquicia que parece haber encontrado por fin un entrenador capaz de aprovechar estos cimientos antes de lo que cualquiera podía vaticinar.