Redskins lográ la mayor remontada de su historia

Los Washington Redskins realizaron una de las mayores proezas de su historia al remontar un partido en el que fueron a ir perdiendo 24-0. El partidazo de su quarterback, Kirk Cousins 33/40 en pases 317 yardas 3 pases de touchdown y una anotación de carrera, sumado al regreso del TE estelar, Jordan Reed, hizo que los Redskins consiguieran la mayor remontada de su historia.

El partido no podía empezar mejor para Tampa. Un touchdown y un field goal, en el primer cuarto, y la sensación de dominio total. El segundo cuarto empezó con un fumble retornado para TD y una nueva anotación. 24-0. Doug Martin y Charles Sims corriendo a sus anchas y Mike Evans demostrando todo lo bueno que le llevó a ser uno de los contendientes a rookie del año, la pasada campaña.

A partir de este momento comenzó el recital de Cousins. Primero anotando un TD de carrera, dando un golpe encima de la mesa y demostrando a sus compañeros que él creía en la victoria. Con el 24-7 los equipos se marcharon a la caseta.

La segunda mitad nos trajo un aluvión, tan grande como había sido el primer tiempo, pero en esta ocasión de la ofensiva de Redskins. Cousins encontraba muy fácilmente a Grant, Pierre Garçon y Jordan Reed, que regresaba tras superar su lesión. El TE fue el gran punto de apoyo en el que se cimentó la remontada, sobretodo por su buen hacer en la end-zone. Reed se fue del estadio con 72 yardas de recepción y 2 TD anotados.

Un touchodown de Grant y el primero de Reed llevaron el partido al último cuarto con un apretado 24-21. Doug Martín volvió a dominar el ataque de los Buccs, que había sido borrado del emparrillado, y con una carrera de 49 yardasllevó a su equipo a la end-zone. Martín terminó el partido con 136 yardasde carrera y 35 de recepción, demostrando que, hoy por hoy, es uno de los RB más en forma de la NFL. Winston no fue capaz de lograr el espacio para anotar un TD que hubiese pesado mucho, por el momento del partido.

Los dos equipos empezaron a sentir la presión y los ataques se espesaron, no obstante ambos equipos lograron anotar un FG. La presión recaía por completo en los hombros de Couisins que no se arrugó y realizó un último drive perfecto. En la end-zone todas las miradas estaban en Reed, incluidos los del QB que le puso el balón en las masnos para que cerrase el marcador con el 31-30 final. Brutal segunda parte de un equipo que nunca perdió la fe y que encontró en su QB al líder que necesitaba.