Todd Gurley remata para los Rams el trabajo de la defensa

Todd Gurley, el corredor rookie de los Saint Louis Rams llamado a ser una superestrella, volvió a superar las 140 yardas totales, con 128 de carrera y 35 de recepción, para dar una victoria a su equipo que disfrutó de una excepcional actuación defensiva.

Gurley lo tiene todo para triunfar. Su rara combinación de velocidad, fuerza y carácter le hacen un especimen único. Pero es cuando se le observa de cerca cuando de verdad da miedo. En muchas de sus carreras no parece obvio el avance y, sin embargo, suele aterrizar tres o cuatro yardas más allá de los imaginado. Y, claro, cuando tiene opción de conseguir una big play la aprovecha sin reparos. Todo eso lo demostró en el campo frente a los Cleveland Browns, para deleite de los aficionados de de Saint Louis.

Él fue el que puso la puntilla, el glamour si se quiere, en una victoria por 26 a 4 que hay que apuntar en el haber de la defensa de los Rams.

Antes del partido la batalla principal que se podía presuponer como clave era la de la línea defensiva de Saint Louis, una de las mejores de la liga, contra la línea ofensiva de los Browns, tres cuartos de lo mismo. Pues bien, no hubo color. Los chicos liderados por Aaron Donald, serio candidato a jugador defensivo del año, se impusieron sin duda y convirtieron la tarde de Josh McCown en una pesadilla.

No sólo eso, sino que anularon los tímidos intentos de correr que los de Cleveland llevaron a cabo. La defensa dominó de tal manera el partido que poco menos que lo sentenció de inicio. Forzaron un fumble, retornado para touch down por McLeod, que puso el 7-0 en el marcador de inicio y, a partir de ahí, todo fue rodado para los Rams que, con el marcador a favor, abusaron de Gurley y Tavon Austin en jugadas cortas que no es que les diera enormes resultados pero si les permitió estar siempre por delante en el plan de juego.

Una de las evidencias de este dominio global de la DL de Saint Louis sobre la OL de Cleveland fueron las falta de holding de esta última. Encima en momentos clave de los drives, cuando los Browns habían conseguido avances notables y terceros downs esenciales para mantener el ataque en el campo. Y no se trataban de penalizaciones gratuitas, no, sino de necesarias faltas para que la jugada pudiese seguir adelante. Lo dicho: total dominio.

Ya con el partido perdido sucedió que Josh McCown sufrió un golpe, y una posible lesión, que le mandó al vestuario. Dado el dominio de la línea de los Rams es algo que pudo suceder casi en cada momento del partido. Eso permitió que pudiese salir al campo Johnny Manziel y jugar un drive que, al igual que los de su compañero de posición y equipo, no llevaron a ningún sitio.

Los Rams se consolidan como una de las grandes defensas de la liga y como un equipo a tener en cuenta. No tanto por el resultado como por las sensaciones de grupo muy difícil de batir. Pero es que, además, con la suma de Gurley se vuelven realmente peligrosos en ataque pues, aunque Nick Foles está lejos de ser un QB de los que imponen respeto, la gran jugada está siempre a una carrera de producirse.

Por el lado de los Browns, el duelo ha de ser un enorme jarro de agua fría. De nuevo, no me refiero al resultado en sí sino a la triste sensación de que tu unidad estrella, esa que ha de sostener a todo el grupo, que no es otra que la línea ofensiva, ha sido pasada por la piedra sin misericordia por el enemigo. Y eso sin contar que tu QB titular, Josh McCown, puede tener problemas para jugar la semana que viene. Y nadie, ahora mismo, quiere quedar en manos de Johnny Football.