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CLEVELAND BROWNS

Los Browns han de tener paciencia con Johnny Manziel

La única alternativa que tiene la franquicia de Cleveland ante la situación con su QB es pensar en el futuro, en su madurez, y no en el presente.

Johnny Manziel y su famoso gesto de la pasta.
Getty Images

Johnny Manziel vuelve a estar en las noticias. Parece ser que tuvo una disputa con su novia, mientras iban en coche, en el que de las voces pasaron a las manos. Estos temas son muy serios, así que es preciso ceñirse a los hechos demostrados, que no son otros que una mujer les vio acalorados en la cuneta de una carretera, avisó a la policía, esta intervino y ambos miembros de la pareja declararon que fue sólo una discusión subida de tono, con la novia de Johnny en un estado de aparente embriaguez y el jugador diciendo a la policía que estaba sobrio y tratando de llevarla a casa; ni hubo detención ni hubo acusación de ningún tipo; ambos miembros de la pareja declararon que fue sólo un incidente menor y punto. Más allá de eso, especulación.

Pero no deja de ser una guinda más a la tarta vital que Johnny Football ha montado desde que le conocemos. Ya en sus años de la universidad, en Texas A&M, iba de escándalo en escándalo, ya fuera por fiestas y alcohol, ya fuera por dedicarse a firmar miles de autógrafos a un tipo del que decía no recibir un dolar, ya fuera por su famoso gesto de la pasta y menosprecio a los rivales. En su primer año en la liga su comportamiento fue el de un mal profesional, arrastrando además a otros jóvenes compañeros por la senda de la fiesta y los cubalibres. A tal punto, que se ha pasado parte de la offseason en una clínica de desintoxicación y jurando que quiere ser un jugador de la NFL de verdad.

Todo eso es tan cierto como que el actual entrenador de los Browns, Mike Pettine, se cubrió de legitimidad tras lo vivido el año pasado y pidió a la franquicia que le trajesen un QB fiable desde el día uno para poder desarrollar su sistema sin preocuparse de cosas como las que han pasado esta semana en la cuneta de una carretera. Y le hicieron caso. Y le trajeron a Josh McCown. Y con él está a muerte, contra viento y marea, para este año. Bien por Pettine, su criterio y su seriedad.

Pero eso no impide ver que McCown no es la solución en el puesto para el futuro. Que este equipo tiene que ser otra cosa en cuanto las piezas estén asentadas y que deben tener un pasador de otro nivel para aspirar a cotas mayores. Es en ese punto del debate donde es interesante la figura de Manziel.

¿Es Johnny Football ese QB del futuro? Francamente, lo dudo, pero no lo se con certeza por lo que sería imprudente cerrar ciclos que aún no han comenzado. El chico ha sido una megaestrella desde que tenemos conciencia de su existencia. Ha hecho partidos memorables, como una victoria sobre Alabama inolvidable en todo el estado de Texas, y ha ganado el Heisman Trophy, que es el trofeo individual al mejor jugador del año en la NCAA y tiene un enorme empaque en Estados Unidos. Nada de eso le asegura ser un buen jugador en la NFL, pero que no está exento de talento es una obviedad.

Más importante aún es la falta de alternativas para la franquicia. Cualquier decisión drástica en el puesto equivale a comenzar la rueda de la miseria de la NFL: elegir un QB en el draft, esperar que sea el bueno, dejar pasar dos o tres años para comprobarlo, jugártela a cara o cruz a perder otro lustro. ¿Para que hacer eso cuando tienes en el banquillo, sin la presión de jugar y con el compromiso del entrenador de no usarle, a alguien que fue primera ronda hace sólo año y medio?

En la NFL actual se ha perdido la paciencia. Más aún en el puesto de QB. Pero no tiene que ser ningún drama el dejar que un muchacho, díscolo per se, madure mientras ve al equipo dirigido por un veterano que no da dolores de cabeza, que aprenda la profesión además de la profesionalidad. Subir en el draft en toda una primera ronda, apostar por un chico, y decir al año y medio que no vale es, a todas luces, precipitado. Hay situaciones en las que no queda más remedio que admitirlo, porque ya se ve que de donde no hay no se puede sacar, pero en el caso de Manziel apenas si le hemos visto jugar estando detras de Brian Hoyer y Josh McCown como ha estado.

El movimiento más inteligente de la franquicia, ahora mismo, es sencillamente esperar. El entrenador está conforme con su titular. Johnny Football está intentando poner en orden su vida y ha mostrado signos de notable mejoría en su actitud y su capacidad para saber que su futuro sólo va a depender de su capacidad de trabajo, que nada tiene asegurado. Y cualquier decisión de los Browns sólo valdría para estar un poco peor.

Yo no tengo ni idea de si Manziel puede ser un buen QB en esta liga. Apostaría a que no. Pero eso es irrelevante en la situación actual, en la que la paciencia es la mejor medicina posible. Sólo así sabrán en Cleveland si gastaron otra primera ronda en vano o no, algo de lo que saben bastante.