Pon fullbacks en la NFL y el mundo será un lugar mejor
La vida de un running back es mucho más sencilla cuando tienen que seguir los pasos de sus guardaespaldas, es decir, sus fullbacks.
Todos tenemos presentes nombres como Adrian Peterson, Marshawn Lynch, Frank Gore y otros más recientes aún como los de Eddie Lacy o Davonte Freeman. Todos nos acordamos de sus carreras interminables rompiendo caderas a su paso o atropellando gente que intentaba interponerse entre ellos y la end zone. En realidad, nos asombramos de cómo estos corredores avanzan con esa potencia y velocidad, sin darnos cuenta de lo que ha pasado unos segundos antes. Nos compramos sus camisetas y hablamos de ellos el lunes, con los amigos, de las portentosas habilidades que poseen para hacer fácil lo difícil, y nos olvidamos de los "otros", de los que de una manera anónima permiten que las alabanzas, del público en general, recaigan en las estrellas más rutilantes de la liga. Vonta Leach, Jerome Felton o Michael Robinson son de los que nadie habla, pero pregúntenles a los de arriba a quien quieren más dentro del equipo. Si, a los fullbacks.
Hubo una época, lejana ya, en la que está clase de atacante era básico en cualquier esquema y equipo que pretendiese jugar al football. Jugadores que se drafteaban en rondas altas porque eran necesarios para desarrollar un esquema ofensivo. ¿Alguien me puede decir quién fue el primer fullback drafteado este año? Pues eso.
Aunque no reparemos en ellos, aunque no tengamos su camiseta y aunque hayan intentado minimizarlos, los fullbacks están renaciendo de sus cenizas, al igual que los viejos playbooks para el juego de carrera.
En los 80, y con la llegada de la famosa West Coast Offense o las Spread Offenses, los coordinadores ofensivos se empezaron a plantear seguir manteniendo a un hombre en el campo el cual no era un gran atrapador de lanzamientos, ni era lo suficientemente veloz para correr con el balón en las manos. Si los ataques expandían las defensas con las spread, ¿para qué dejar otro hombre en el backfield si podían colocar a un receptor abierto en su lugar? La solución era prescindir del fullback y dar rienda al suelta al QB para pasar. O, si había que correr, solo bastaba un hombre en el backfield, ya que los box estaban formados por seis o siete hombres como mucho y, entre la OLy el TE podían manejar el gap-control de los defensores. El rol de los FBs simplemente se quedaba para situaciones de corto yardaje o de goal line.
Las defensas comenzaron a adaptarse a este estilo de juego. Crearon DLs más rápidos y atléticos, y suficientemente fuertes para empezar a dominar el juego contra la carrera. Además, los LBs eran mucho más ligeros para poder caer mejor en cobertura de pase frente al juego aéreo de las nuevas ofensivas, y así crear un box de ocho jugadores, volviendo a dominar el número de gaps que podían defender.
Sin darse cuenta, los fullbacks tenían una ventana abierta para aparecer en las situaciones ofensivas.
Lo mismo que había provocado su casi desaparición, les permitía renacer. Si la defensa tiene unos LBs menos pesados y unos DEs más atléticos, ¿por qué no usar un bloqueador más poderoso que un RB, y más rápido que un TE o un extra OL? Los FBs volvían a donde no se tenían que haber ido.
Para adaptarlos al juego de carrera, los coordinadores ofensivos desenpolvaron sus playbooks y trajeron de regreso el power run, las formaciones en I (el QB debajo del Center para recibir el balón, el FB por detrás de él y el RB como último hombre)y los paquetes con dos y hasta tres TEs. El FB es imprescindible en estas situaciones, y los RBs lo agradecen.
Uno de los trabajos del FB en una jugada de carrera es dominar al LB que cierra el gap que crea la OL. Para ello, el FB juega lo que se denomina como lead block. Este bloqueo consiste en salir de la LOSal segundo nivel para bloquear al defensor que se encarga de ese gap, ya sea LB o DB.
En la imagen 1 vemos a John Kuhn, jugador muy querido por la afición quesera de Green Bay, jugando este lead block. En esta power run, el LT se encarga del defensor más exterior (kick-out), el LG juega un chip block (doble bloqueo con el Center y subida rápida al segundo nivel para bloquear a un LB) y el FB marca el camino a seguir por el RB. Cuando el FB realiza su bloqueo, abre la posibilidad al corredor para atravesar la LOSy ganar varias yardas.
En el old run game también nos encontramos con un tipo de ataque terrestre muy habitual hoy en día. Me refiero a las Counter Plays. En esta jugada, el RB inicia su movimiento hacia el strongside, moviendo a la defensa hacia ese lado, para cambiar de dirección una vez que recibe el hand-off. Aquí, el ataque implementa un movimiento nuevo: el pulling de un OL, generalmente el de un guard. Este OG sale de la LOSpara ir a bloquear al hombre más exterior, mientras que el FB sube al segundo nivel para jugar el lead block. Lo vemos en la imagen 2.
Patrick DiMarco se está erigiendo como un FB fantástico, y los Falcons lo utilizan de maravilla. En esta counter, el RG es el que realiza el pulling y bloquea al hombre exterior (kick-out). Vemos como Freeman y DiMarco dan un par de pasos hacia el playside, pero cambian la dirección y atacan el lado contrario, siendo DiMarco el que termina de abrir el camino para que Freeman consiga un primer down. El movimiento hacia el strongside hace que los LBs basculen en esa dirección y que el agujero se abra en el weakside.
Es cierto que el juego aéreo resulta muy espectacular y que las mayores ganancias de yardas se consiguen por este medio. Sin embargo, ir por aire conlleva más riesgos, incluso es más fácil perder yardas. Cuando un equipo corre, tiene mayor control del reloj y es capaz de mover mucho mejor las cadenas (balancear el ataque siempre es positivo).
El incremento de las formaciones con dos RBs y dos TEs también están en auge. Poniendo más hombres en la línea neutralizas el gap-control de la defensa y puedes darle mejores ángulos de bloqueos a los atacantes. Equipos como Patriots, 49ers, Redskins o Panthers lo usan con frecuencia. En 2012, los Vikings hicieron de esto un arte, y Adrian Peterson rozó el récord de Erick Dickerson de las2.105 yardas en una sola temporada (hizo 2.097).
Ver imagen 3. Aqui tenemos una situación de los Vikings de aquel año. Vemos una OL con dos TEs apostados en el lado derecho y dos HBs en el backfield (Felton y Peterson). La jugada es una G-Lead, en la cual el RG del playside sale en pulling para jugar el kick-out con el defensor que juega en el exterior. Los dos TEs cierran el edge de la línea defensiva bloqueando al DE y el FB sube para bloquear al LB que aparece por el gap abierto. Peterson lee el agujero y se cuela entre el FB y el RG. Una vez que sale a campo abierto, el cutback le facilita deshacerse del safety. Al inicio del artículo tenéis un video explicando una jugada más de power run, una lead draw. Las lead draw son jugadas que podemos ver con mucha facilidad hoy en día.
Además de ayudar en el juego de carrera con su poderío en los bloqueos, un FB es un elemento más para el QB en pass-protection en caso de jugar play-action, para acarrear el balón en cortos downs o incluso para salir a recibir en estas situaciones en las que se necesitan dos o tres yardas para seguir avanzando.
Definitivamente, la NFLnecesita a los FBs. Los necesita porque hacen el trabajo sucio para que otros brillen, y lo hacen sin ninguna queja. Solo buscan el beneficio grupal. La vida de un RB es mucho más sencilla cuando tienen que seguir los pasos de sus guardaespaldas. No tenemos camisetas con su nombre a la espalda, pero no podemos dejar que vuelvan a caer en el olvido. Quisieron sepultarlos, pero como siempre, terminan apareciendo detrás de la línea para salir en el siguiente nivel y golpear. Golpear muy duro. Como solo ellos saben hacerlo.
(Os recuerdo que el artículo abre con un vídeo explicativo).