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SEATTLE SEAHAWKS 23 - CAROLINA PANTHERS 27

Seattle de nuevo tira por la borda una ventaja en el último cuarto

Los Seahawks vuelven a perder al final del partido y comprometen toda su temporada frente a un Cam Newton imperial para Carolina Panthers.

Greg Olsen, una pesadilla para la defensa de los Seahawks.
JONATHAN FERREYAFP

Los Seattle Seahawks han vuelto a hacerlo. El equipo sigue siendo una máquina de fiabilidad pero, por desgracia para ellos, en un sentido muy diferente al de los últimos años: ahora son incapaces de mantener una ventaja en el último cuarto de los partidos.

Por cuarta vez esta temporada, los Seahawks entraron en el periodo decisivo del encuentro por encima en el marcador. Hoy eran los Carolina Panthers los que sufrían la ley de uno de los, en teoría, mejores equipos de la NFL. Con un 24-13 como resultado provisional todo parecía encaminarse a la tercera victoria de los de Seattle en el año y a la primera derrota de los de Carolina.

Pero el equipo que entrena Pete Carroll cometió los mismos errores que le están lastrando esta campaña. Para empezar, dejó el ataque en las manos, y los pies, de Russell Wilson. Durante todo el día fue capaz de encontrar a Jimmy Graham, una noticia que ha de alegrar a todos los seguidores de la franquicia, al punto de hacerle receptor de más de yardas por primera vez en su carrera en el equipo. 

Los resultados no fueron buenos. La defensa de Carolina, intimidante, fue capaz de contener al QB de Seattle y evitó que repitiese sus jugadas con el pocket roto y el caos desparramado por el campo. Eliminando eso, y con el juego de carrera como mero acompañamiento, los drives se convirtieron en torturas. Además, y esto tampoco es nuevo, la línea ofensiva de los Seahawks sufría una enormidad en protección.

Pero en el otro lado del balón las cosas no eran mejores. La defensa de los Seahawks, impecable durante tres cuartos, volvió a comerse a un tight end con patatas, en este caso a Greg Olsen, que hizo del centro del campo sus dominios ante las voces cruzadas de Chancellor, Thomas y Sherman, claramente disgustados con lo que estaban haciendo como grupo.

Fue así como en dos drives finales imponentes como la catedral de Burgos, Cam newton enseñó a toda la NFL que está en el estrellato de la misma. Con un cuerpo de receptores raquítico, con drops inexplicables, con Stewart arrancando cada yarda como si hubiese que matar para conseguirlas, Newton orquestó dos viajes de más de 80 yardas por el cesped del Century Link Field y silenció al hombre número 12, al 13 y así hasta el último de los habitantes del estado de Washington.

Los Panthers se han puesto con un, ahora sí, inapelable y legítimo 5-0 que les convierte en parte de la cima de la competición, y ya no sólo por los números sino por su juego. Mientras que los Seahawks, con 2-4, vivirán inmersos en dudas sobre sí mismos, en crisis de identidad, hasta que descubran por qué demonios son incapaces de rematar unos encuentros que, hasta hace muy poco, eran maestros haciendo picadillo.