Mets pegan temprano y Syndergaard domina a los Cubs

Cuando se pensó que Jake Arrieta subiría a la loma para dominar a los Mets e igualar la serie, fue Noah Syndergaard quien irrumpió para someter a los Cachorros.

Con un rally de tres carreras en el primer episodio, los Mets madrugaron y le pegaron fuerte a Arrieta para enfilarse a vencer 4-1 a los Cachorros y tomar ventaja de 2-0 en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional y ponerse a dos triunfos de volver a la Serie Mundial por primera vez desde el 2000.

Los Mets abrieron el encuentro a todo vapor, con tres imparables en su primer turno. Curtis Granderson pegó un imparable al jardín derecho y puso arriba 1-0 a la novena neoyorquina con un doble de David Wright.

Daniel Murphy, quien en el Juego 1 del sábado se voló la barda en el primer inning, se convirtió oficialmente en la pesadilla del pitcheo de Chicago al adornar el embate de Nueva York con otro jonrón en su primer viaje a la caja de bateo, al mandar la pelota a las gradas del jardín derecho.

Arrieta pudo retirar a sus siguientes tres rivales y permitió sólo un hit más el resto de su labor, pero el daño hecho por los Mets en el primer inning resultó irreversible. Mientras, Syndergaard crecía su dominio.

En el tercer inning, Granderson volvió a embasarse para abrir el turno de los Metropolitanos. Tras poner out a Wright con un ponche, Arrieta le dio base por bolas intencional a Murphy.

Sin embargo, Yoenis Céspedes pegó rola al shortstop Javier Báez, quien tuvo que correr a su izquierda para atrapar la pelota, pero no pudo controlarla al intentar lanzarla a primera en su intento por poner fuera al cubano, que así mandó a Granderson a anotar la carrera que aumentó la ventaja de Nueva York.

Con la ventaja de cuatro carreras, Syndergaard retiró en orden la cuarta y quinta entradas, pero en la sexta, que no ha sido amable con él durante la campaña, permitió la única carrera de los Cachorros cuando Kris Bryant pegó un doble que empujó a la goma a Dexter Fowler, quien se había embasado con un hit y llegó a segunda con un wild pitch.

En 2015, Syndergaard no permitió carreras en el quinto episodio, pero en el sexto toleró. El manager Terry Collins no iba a arriesgar y decidió bajar de la loma a su abridor antes de que fuera demasiado tarde y Ryan Niese acabó con la endeble amenaza de Chicago con un chocolate a Anthony Rizzo.

Syndergaard se convirtió en el segundo pitcher más joven en ganar un duelo de Playoffs en la historia de los Mets con labor de cinco entradas y dos tercios en las que limitó a los Cachorros a tres hits y una carrera y regaló un pasaporte con nueve ponches.

Por su lado, Arrieta sufrió su primer descalabro desde el 25 de julio (cuando Cole Hamels lanzó un sin hit con Filadelfia). El as de los Cachorros trabajó cinco innings, permitió cuatro hits, dio dos pasaportes y recetó ocho chocolates.