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BUFFALO BILLS 21 - CINCINNATI BENGALS 34

Los Bengals muestran todo su repertorio en otra victoria

El equipo de Cincinnati demostró en Buffalo que es un legítimo aspirante a la Super Bowl, al contrario que unos Bills que no ganan a buenos equipos.

Andy Dalton busca a Mohammed Sanu en la victoria de Cincinnati en Buffalo.
Kevin HoffmanUSA Today Sports

Por tierra, por aire, en protección de pase, en defensa de carrera, en defensa profunda. En todo. Los Cincinnati Bengals ganaron a los Buffalo Bills en todo con un contundente 34 a 21 que silenció, una vez más, el Ralph Wilson Stadium.

Porque ya es una tradición que la afición de los Bills se emocione con un partido especial, de alto voltaje, llene el estadio y ponga todo de su parte ya desde el sábado, si es necesario, para que el equipo demuestre que está capacitado para pelear con los mejores. Pasó con los Patriots, con los Giants y ahora también con los Bengals. Y el resultado siempre ha sido el mismo: la palmaria y contundente realidad de que este equipo no está para ganar a los buenos. Ni siquiera está para pelear con ellos.

Llegaban los Bengals con la vitola de invictos y con la sensación de ser uno de los mejores equipos de la liga en general y de la AFC en particular. No defraudaron. Es posible que no sean creíbles hasta que ganen un partido de playoffs, porque su reciente historia de fallar el día más importante del año no se puede olvidar, pero lo cierto es que parecen un grupo concienciado para estar por encima de eso, para no preocuparse de lo que digan de ellos.

Desde el principio del partido dominaron con su línea ofensiva. Los Dareus, Williams, Hughes y compañía ni rozaron a Andy Dalton. Está siendo una de las constantes del año para ambas partes: la OL de los Bengals siendo muy buena y la DL de los Bills no respondiendo a su nombre ni al dinero invertido en ella. Con esa limpieza en el pocket no sólo el QB encontró con facilidad a su mejor tartget ayer, Tyler Eifert, sino que el juego de carrera pudo sostener drives.

Estos, no obstante, no eran muy largos porque rara vez comenzaron los de Cincinnati en su propio campo. El hecho de que los Bills no moviesen el balón, y una superioridad clara también en los equipos especiales, les daba una posición de campo tremenda.

En defensa de los Bills decir que tanto Ronald Darby como Stephon Gilmore, los cornerbacks, fueron lo mejor de su equipo y pudieron contener las embestidas de A.J. Green, pero por el camino se dejaron a Marvin Jones y Sanu, incapaces de parar a tanta arma como tienen los Bengals.

Hubo momentos en los que el resultado no pareció tan claro. De hecho, la ventaja siempre pareció escasa para los visitantes habida cuenta de su mejor juego. Pero entonces apareció Dalton para poner dos balones fabulosos, uno a Jones y otro a Eifert, para acabar con cualquier ilusión de los de casa.

Estos vieron como E.J. Manuel, que jugaba por Tyrod Taylor, volvía a tener una actuación que nada dice de él, ni bueno ni malo, que no permite ilusionarse con su progresión ni tampoco culparle de la derrota. Además, la afición vivió el susto de la lesión de Sammy Watkins, que pareció seria en un primer momento, y de Kyle Williams, un puntal imprescindible de la defensa.

Los Bengals siguen intratables, por lo tanto. Su record de 6-0 es tan contundente como su juego. Y es cierto que se les va a exigir más que eso para ser nombrados entre los favoritos, pero no tiene pinta de que eso les preocupe este año.