El alcohol acaba con la carrera de Steve Sarkisian en USC
El entrenador de la universidad del Sur de California no ha podido con la presión del puesto de trabajo soñado y ha sucumbido personalmente.
Esta semana tendría que ser una de las más especiales del año para Steve Sarkisian. El entrenador de la Universidad del Sur de California (USC Trojans) debería estar preparando su partido contra Notre Dame, uno de los más esperados de cada año no sólo por ambas aficiones sino por todos aquellos que seguimos la NCAA Football. Y, sin embargo, estará ajeno a todo cuanto ocurra, ingresado en una clínica de desintoxicación y despedido de su puesto de trabajo. La historia de Sarkisian es una prueba más de que la mente de un ser humano está por encima del dinero, la fama o los éxitos, que la caída en los abismos personales son posibles también en cualquier escenario que, desde fuera, nos parezca idílico.
Sarkisian fue entrenador de QBs y coordinador ofensivo en USC en la época dorada de Pete Carroll como entrenador jefe. Aquellos años le sirvieron para convertirse, en el 2009, en entrenador de la universidad de Washington. Allí se hizo un nombre y el año pasado, cuando el sucesor de Carroll, Lane Kiffin, fracasó y fue despedido, fue contactado por USC para convertirse en el jefe del equipo de football.
Imaginaos la escena. Se trata de uno de los trabajos supremos de la profesión. Ya se esté entrenando en la NCAA o en la NFL, cuanda USC llama uno escucha. No se trata sólo de dinero y status, que también, sino de tener la opción de convertirse en una leyenda. Pues, además, sumad que Sarkisian ya había trabajado allí y que, por descontado, estaba ante la oportunidad de su vida.
Sin embargo, y a la vista de los resultados, la presión del puesto ha podido con él ya no como entrenador sino como persona. Se desconoce cuando comenzó a ser un adicto al alcohol. En la película "Leaving Las Vegas" el personaje de Nicholas Cager dice "no se si comencé a beber porque mi mujer me dejó, o mi mujer me dejó porque comencé a beber", y algo parecido podría decir Steve Sarkisian sobre su adicción y el puesto de trabajo de entrenador jefe en USC: la presión le llevó al alcohol o el alcohol le llevó a no poder con la presión.
Lo que sí se sabe es que en el agosto pasado acudió a una reunión borracho. El puesto de entrenador en una universidad de este calibre es mucho más que ejercicios físicos, reclutamiento de chicos y tácticas del juego. Hay que ser político. Embajador casi. Estar presentable cada noche, acudir a actos sociales. Se representa a la universidad y, en algunos casos, poco menos que al estado entero. Aquella falta de respeto y etiqueta llamó la atención. Puso de excusa que había mezclado bebida y medicamentos y la cosa quedó ahí. Suele pasar con los alcohólicos y las mentiras, que no hacemos caso de estas "anécdotas" salvo en retrospectiva.
Pero comenzaron a aflorar rumores de otros signos de hundimiento: la pérdida de un avión tras un partido contra Washington State, jugadores viéndole beber una botella de tequila tras el partido contra Notre Dame, borracho en la banda contra Arizona State...
El martes pasado dejó de ir a un entrenamiento. Pat Haden, director deportivo de USC y amigo personal de Sarkisian, el hombre que le firmó y su principal valedor, le llamó y cuando colgó supo que Steve necesitaba ayuda. De verdad. Muy seria. La que merecen las personas enfermas. El entrenador se tomó una ausencia voluntaria de su trabajo de forma indefinida y 24 horas después era despedido.
Sarkisian no volverá a entrenar. Para estar en este puesto hay que ser un líder moral y espiritual. No es justo, pero ese es el rol que tienen los entrenadores universitarios. Los padres dejan a sus hijos, de entre 18 y 22 años, en sus manos y exigen ciertos estándares. Pero eso es lo de menos en su historia particular ahora mismo, pues lo que tiene que recuperar es su vida, su propia existencia, y el football, su trabajo, ha pasado a ser algo menor.
En cuanto a la universidad, lo cierto es que nadie esperaba la apertura de ese hueco laboral y el avispero se ha removido. Dado el pasado reciente en la PAC-12, conferencia donde juega USC, de Chip Kelly, amo y señor de la misma con el equipo de Oregon, se espera que le ofrezcan un cheque en blanco para que devuelva a los Trojans a la élite de la competición. Pero en caso de que Kelly estime que está muy a gusto en Philadelphia, muchas gracias, hay entrenadores con profundos vínculos con la universidad, como Jeff Fisher o Jack del Río, que a buen seguro serán tanteados. Sea el caso que sea, el mundo de los entrenadores de football se moverá, estad seguros.