Los árbitros pagarán el grave error del Seahawks-Lions
La jugada decisiva del encuentro fue tan mal arbitrada que obligará a la liga a revisar sus criterios para la revisión de jugadas, tal como pide Belichick.
Todas las polémicas arbitrales de la temporada han quedado eclipsadas por lo que sucedió ayer en el final del Seattle Seahawks- Detroit Lions. El jaleo que se ha montado por la jugada definitiva es tal que es fácil imaginar que generará cambios en el sistema de revisión, además de condenar al equipo arbitral a una severa reprimenda y a perderse los playoffs, casi con toda seguridad.
Lo que sucedió fue que Kam Chancellor, safety de los Seahawks, logró forzar un fumble de Calvin Johnson, receptor de los Lions, que estaba en la yarda uno y a punto de conseguir el touch down de la victoria para su equipo. El balón quedó muerto en la end zone, sin dueño, y K.J. Wright, linebacker de Seattle, llegó el primero a él y lo palmeó para que saliese por la parte posterior de la end zone. Lo hizo porque de esa forma evitaba el riesgo de tener que cogerlo y asegurar la posesión, y la inmensa mayoría de espectadores pensamos que había obrado con inteligencia. Los árbitros no dijeron nada al respecto y partido ganado por Seattle, que recuperaba la posesión en la yarda 20 como en cualquier touchback normal.
Sin embargo, las normas prohíben expresamente golpear al balón de forma premeditada en la end zone para sacarlo del campo, y la penalización consiguiente habría dado la pelota a los Lions en la yarda uno. Ningún jugador en el campo parecía conocer la norma pero, lo que es mucho más grave, tampoco los árbitros.
Para añadir sal y pimienta al desaguisado, este tipo de jugadas, de carácter subjetivo, no pueden ser revisadas en vídeo por lo que el entuerto quedó como tal. Dean Blandino, jefe del sistema arbitral en la NFL explicó por la noche, en la NFL Network, que los árbitros se habían equivocado y que no había más que decir.
Las conclusiones son muy duras. En una liga tan corta cada victoria es un potosí. Los Lions se ven 0-4 y con la temporada medio perdida cuando de no producirse el error lo más probable (ojo que sólo probable) es que se hubiesen marchado de Seattle con una victoria enorme, mientras que los Seahawks vivirían en un mar de dudas.
Cada vez que se produce un error traumático de este nivel la liga reacciona. Normalmente cambiando alguna norma. En Seattle en el año 2012 sucedió algo parecido, cuando un flagrante error de los zebras dio la victoria a los Seahawks sobre los Packers. Entonces los árbitros estaban en huelga y juzgaban el encuentro sus suplentes. El resultado de aquel error fue el fin de la huelga casi de forma inmediata.
Dado que poco se puede hacer con un grupo arbitral que pisotea el reglamento, salvo amonestarles y sancionarles, lo esperable es que lo que cambie sea la política de revisión de jugadas. En ese sentido Bill Belichick, entrenador de los New england Patriots, ha defendido que todas las jugadas puedan ser revisadas. Y hacia ese destino podría dirigirse la NFL.
Los árbitros no están a salvo de este torbellino que es la liga. La competencia en la NFL es tremenda a todos los niveles, sobrevivir varios años en esta competición es muy complicado, exige un nivel físico y mental extraordinario, y en relación a los zebras el principio es el mismo, pero la práctica demuestra que una vez que llegas a la NFL como árbitro, es ligeramente más fácil el poder mantenerte en la liga.
La NFL tiene un sistema establecido para evaluar a sus árbitros durante la temporada, se les evalúa en función a las señalizaciones de faltas que realizan, las faltas que debieran haber pitado, pero no hicieron, y además se tienen en cuenta las mecánicas de los árbitros por posición, es decir que el árbitro se encuentre en la mejor posición para seguir el juego según una mecánica arbitral previamente acordada. Se intenta que la evaluación se base exclusivamente en criterios objetivos, para que las puntuaciones sean las más justas posibles. La liga se vale de 3 árbitros suplentes, que sustituyen a los titulares durante la temporada, aunque la primera función de estos “swing officials” como se les denomina en inglés, es el sustituir a compañeros lesionados.
Según las evaluaciones que consiguen durante la temporada se les clasifica en tres grupos, en el primer y segundo grupo se encuentran los árbitros que actuarán durante los playoffs, en el tercero aquellos que no llegarán a los playoffs, aunque pudieran ser asignados como suplentes para algún encuentro. Estar en el tercer grupo te sitúa directamente en programas de repesca, con más posibilidades de ser sustituido en la siguiente temporada por compañeros que se encuentran en el radar de la liga, o en sus programas de desarrollo.
Los máximos dirigentes del arbitraje defienden la filosofía de no expulsar a los zebras durante la temporada, diciendo que los equipos arbitrales deben cambiar lo menos posible, porque se pierde la química y capacidad de entendimiento entre los equipos prefijados, aunque después cuando los equipos se descomponen en los playoffs declaran que esto no es grave ya que las mecánicas arbitrales son claras, y los zebras no deberían tener problemas en adaptarse a nuevos compañeros … lo que es una contradicción clara.
En mi opinión los árbitros aciertan y se equivocan como equipo, por lo que debieran acceder a los playoffs como equipo, eso sí, en el caso de que el nivel de alguno de los árbitros de un determinado grupo estuviese muy por debajo del de sus compañeros, debería poder ser sustituido, algo que me parece muy lógico.
Por otro lado pienso que el dividir a los árbitros en grupos en función de sus aciertos es un sistema adecuado a la hora de pensar en no volver a convocarlos para la próxima temporada. La misma falta de compasión que se demuestra con los jugadores, entrenadores e incluso con las cheerleaders, no debiera ser excepción con los zebras. El estar en la NFL hay que ganárselo año tras año.
Cambiando de tema, esta semana hemos recibido las estadísticas de las conversiones de los extra point, que como seguramente sabéis, a propuesta del Comité de competición se aprobó retrasarlos 15 yardas, lo que se tradujo en golpeos desde la línea de 33 yardas. El porcentaje de conversiones ha bajado desde el 99.3% a un todavía alto 94.2%, y se espera que descienda aún más, debido a las condiciones climatológicas adversas según avance la temporada. En mi opinión debería retrasarse todavía más, lo que haría mucho más vistoso tanto el trabajo de los kickers, como la propia técnica de golpeo.
El Reglamento de la NFL no se deja nada a la improvisación, no te dice cómo celebrar un touchdown, pero si como no celebrarlo, esto os lo traigo con motivo de la celebración del touchdown del wide receiver de los Rams, Stedman Bailey, en el tercer cuarto del encuentro de su equipo ante Arizona. Lo celebró tumbándose en el suelo, y utilizando el balón de almohada, lo que está prohibido, porque no se puede utilizar nada de apoyo en una celebración; ni balón, ni pilón, ni portería… por cierto tampoco se pueden hacer mates en la portería, en el pasado alguna celebración en homenaje al baloncesto acabó con la portería doblada, la adaptación del Reglamento y prohibición subsiguiente. Los árbitros no vieron la acción de Bailey, pero debieran haber señalizado unsportsmanlike conduct, eso si la sanción económica no creo que pueda evadirla.
Para terminar os traigo la acción curiosa de la jornada. El running back de Washington, Matt Jones, fue placado por el defensive tackle de los Eagles, Fletcher Cox, hasta aquí todo normal, pero lo curioso es que lo hizo tirándole del pelo, hasta derribarlo… lo que es … legal, porque el Reglamento entiende que el pelo que sobresale de la parte posterior del casco es una extensión del uniforme.