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AFC Sur desde dentro

¿Y si este año los Jacksonville Jaguars sí que sí?

Gus Bradley por fin parece haber rearmado la defensa. El ataque empieza a dar síntomas de mejoría. Y la AFC Sur está en crisis. ¿Será este el año de Jacksonville?

No os frotéis los ojos, quizá no sea un sueño que los Jaguars luchen por entrar en postemporada.
Mike EhrmannGetty Images/AFP

Un pequeño destello de luz empieza a vislumbrarse al final del largo túnel en el que los Jacksonville Jaguars llevan años enterrados. Han sido el hazmerreír de la liga durante más de un lustro, pero los síntomas de mejoría se acumulan en las dos primeras semanas de competición. Y con un calendario relativamente sencillo, ¿serán los Jaguars la sorpresa de la AFC esta temporada?

Ya sabemos que los equipos de la NFL preparan de manera obsesiva cada partido. Los equipos técnicos revisan horas y horas de grabaciones sobre los rivales. Lo primero que notarán en las cintas – o más bien los pendrives a estas alturas – de los Jaguars será la evolución de su defensa. En concreto, de su defensa contra la carrera.

Las cifras saltan a la vista: 108 yardas concedidas a los Panthers en la primera jornada y apenas 42 a los Dolphins en la segunda. Suficiente para ser la quinta mejor defensa de la liga por yardas concedidas.

Pero se puede rascar bastante más allá de esa superficie. Los Panthers promediaron 4,3 yardas por carrera en 2014, y 5,2 yardas por carrera en la segunda jornada, contra los Texans. Los Dolphins fueron el segundo mejor juego de carrera en 2014 en yardas por intento, con más de 5. Y en la primera jornada contra Washington (otra buena defensa contra el ataque terrestre) sumaron 4,1 yardas por intento. Contra los Jaguars, apenas 2,6.

En total, 2,9 yardas por intento de carrera. La segunda mejor marca de la liga, sólo superada por los Dallas Cowboys. Las lecciones de Gus Bradley parece que empiezan a surtir efecto. Y en una división en la que el juego terrestre tiene tanta preponderancia como la AFC Sur, anular al backfield rival suma doble. Si Jacksonville puede forzar a Houston y a Tennessee a poner el partido en manos de sus quarterbacks, sus opciones aumentan de forma notable.

No sólo de defensa vive un equipo en la NFL, sin embargo. El ataque de Jacksonville no da para tantas alegrías. Por yardas, tanto de pase como de carrera, Jacksonville está sólidamente instalado en la clase media de la liga. Y siguen teniendo problemas en la zona roja: sólo Minessotta e Indianapolis han anotado menos puntos que ellos.

Pero también hay buenos síntomas: contra Miami la línea ofensiva funcionó bien y no permitió sacks. El equipo apenas ha perdido 14 yardas como consecuencia de esos sacks, una de las mejores cifras de la liga. Y sobre todo, las sensaciones de Blake Bortles son buenas. Le queda por aprender, pero la progresión parece evidente. Cuando pueda contar con todas sus piezas (la lesión de Julius Thomas, el fichaje estrella, hace daño donde más duele, la capacidad de anotación en las yardas finales), Jacksonville aspira a confiar en que su ataque, como mínimo, no pierda los partidos.

¿Hasta dónde puede llegar un equipo con una buena defensa y un ataque correcto, pero solo correcto? Hasta donde su calendario le lleve. Y aquí es donde a Jacksonville parece abrírsele una oportunidad de oro. La AFC Sur está claramente en crisis. Houston no da el paso que se esperaba (y su defensa ha empezado el año entre las peores de la liga). Tennessee, a pesar del buen comienzo de Mariota, sigue siendo uno de los equipos con menos talento de la NFL. Y qué decir de Indianapolis, Andrew Luck y su desastroso comienzo.

Los Jaguars jugarán además contra la AFC Este y la NFC Sur. La primera es un hueso duro de roer, pero si la defensa contra la carrera mantiene el nivel, ¿quién dice que no pueden poner en aprietos a dos equipos tan claramente huérfanos de quarterback como los Bills y los Jets? Y que nadie olvide que ya han ganado uno de esos cuatro partidos, el de los Dolphins. La NFC Sur, por el contrario, parece un regalo para sus rivales. Si no cambian mucho las cosas, los partidos de Tampa Bay y Nueva Orleans son claramente asequibles.

A la vista de las dos primeras semanas de competición, ¿alguien se atreve a negar a los Jaguars la capacidad para llevarse un buen puñado de victorias en ocho partidos contra Colts, Texans, Titans, Buccaneers y Saints? ¿Y suena tan imposible que hagan sufrir de lo lindo a Jets y Bills? Y que no se despisten los Ravens, otro de los rivales de Jacksonville que han empezado con un severo resfriado.

¿Playoffs? Seguramente demasiado aventurado. Pero no tanto como podría parecerlo hace apenas dos semanas. Claro que si consiguieran convencer al Papa Francisco para darse un garbeo por el norte de Florida…