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El calendario de NFL no se deja al capricho del destino

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Una de las cosas más complicadas para todos aquellos que comienzan a seguir la NFL es entender cómo se hacen los calendarios. Quienes se inician en el fútbol americano profesional suelen preguntarse lo siguiente: “¿Si son 32 equipos, por qué no juegan todos contra todos? ¿No es justo que un equipo solo dispute un partido contra otro que no sea de su división y, además, le toque jugar como visitante? ¿Los equipos de diferentes conferencias solo juegan una vez cada cuatro años?...”

Responder es complicadísimo. Yo simplemente diría que en un deporte de contacto con una exigencia física tal como la que se requiere para jugar al fútbol americano profesional al más alto nivel, sería imposible disputar más de 20 partidos oficiales en un año. Así, los calendarios de la NFL siguen un patrón muy claro, buscando en todo momento, no solo el equilibrio de la competición en general, sino también las grandes audiencias de televisión y equiparar el nivel de los clubes que participan en la liga. Los equipos con mejores resultados en la temporada anterior lo tienen más difícil y, por ello, es mucho más complicado repetir como campeón de la NFL que hacerlo en cualquier otra liga profesional deportiva.

Pero no solo eso, los calendarios de la NFL tienen otro grave problema: habiendo solo 16 partidos en una temporada, el orden de éstos cobra una importancia vital. Tengamos en cuenta lo que ha ocurrido en estas dos jornadas que llevamos de competición. Imaginaros que, por caprichos del destino, a los Browns, en lugar de jugar la segunda semana en casa y contra los Titans, les hubiera tocado hacerlo en Pittsburgh, donde los Steelers vapulearon a los 49ers. Estarían con una marca de 0-2. Pensad que Seattle, en vez de viajar a Wisconsin, hubiera debutado en casa, donde únicamente ha perdido dos veces en los últimos tres años. Con toda probabilidad, los Seahawks estarían 1-1 y no tendrían que remontar un complicado 0-2. Pensad que el Jacksonville-Miami se hubiera jugado en el sur en lugar de en el norte de Florida. ¿Qué hubiera ocurrido con los Raiders si, en vez de jugar por segunda ocasión consecutiva en Oakland, hubieran visitado a unos Ravens que han disputado sus dos partidos lejos de Baltimore?...

En un deporte en el que el momentum cuenta tanto como en el fútbol americano y el grado de motivación muchas veces marca el devenir de las cosas, un inicio de temporada fuerte prácticamente es garantía de estar peleando en diciembre por jugar los playoffs. Por otro lado, remontar es complicadísimo. A inicios de septiembre, Seahawks, Ravens y Lions entraban en las quinielas de prácticamente todo el mundo para llega a la postemporada. Dos semanas y seis partidos fuera de casa después, las cosas se ven muy diferentes para los tres. Ahora, toca a estos equipos con quienes el calendario ha sido especialmente caprichoso mostrar su carácter y remontar el vuelo. Si lo consiguen, su motivación será aún mayor conforme vaya avanzando la temporada.

Cinco cosas que pienso

1. Estoy de acuerdo, Brandon Weeden no es Tony Romo, pero pienso que los Cowboys tienen un buen suplente y que, cuando vuelva su quarterback titular, todavía estarán en posición de ganarlo todo.

2. Ya sé que para muchos Tim Tebow no tiene sitio en la NFL, pero pienso que el ataque de Philadelphia, en sus manos, no estaría peor de lo que está ahora.

3. Pienso que los Colts tienen que dar gracias de encontrarse en la división en la que juegan. Tras dos desastrosos partidos, Indianapolis está solo una victoria por detrás de los sorprendentes líderes del Sur de la AFC: Tennessee y Jacksonville.

4. Pienso que Michael Bennett tiene que replantearse el momento en que salta hacia delante para iniciar las jugadas. Una cosa es anticiparse a la cuenta del quarterback rival y otra estar perennemente en offside. Ya vimos que contra alguien como Aaron Rodgers, errores así se pagana carísimos.

5. Pienso que Kansas City desaprovechó una oportunidad única de ponerse por delante en la división. Ahora Denver es quien manda y los Chiefs estarán obligados a ganar en Colorado el 15 de noviembre: ¡vaya partidazo nos espera ese día!