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LOS ÁNGELES DODGERS

El año 2015 es el año de Zack Greinke en la MLB

La prodigiosa actuación del pitcher diestro de Los Ángeles Dodgers nos hace pensar en lo que puede conseguir junto a Kershaw en octubre.

Zack Greinke durante su último partido contra los San Francisco Giants.
STEPHEN DUNNAFP

Hay tres equipos a los que temen los hinchas de los Dodgers en los últimos compases de la temporada: a los Cardinals, a los Giants, y a los mismos Dodgers. Los de San Luis han sido los verdugos de los angelinos en los dos últimos playoffs; los de San Francisco están dando guerra en la lucha por la División. Y los Dodgers... bueno, porque son los Dodgers.

El lunes, los Giants llegaban a Los Ángeles con solo 3 partidos y medio por detrás de los Dodgers. Tras un agónico triunfo de L.A. en 14 entradas, Zack Greinke relajó un poco el ambiente el pasado martes. El pitcher diestro se trabajó una victoria por 2-1 para los angelinos. Anoche, Kershaw se anotó ora victoria en otro 2-1 a San Francisco en el último partido de la serie. Un triunfo balsámico que le da a los Dodgers una bocanada de oxígeno y una ventaja de 6 juegos y medio al conjunto de la Bahía.

Hasta el martes, Madison Bumgarner acumulaba un pleno de victorias ante Los Ángeles este curso, todas ante Clayton Kershaw. Tuvo que ser Greinke quien rompiera la mala racha en la noche del martes. Zack repitió la historia ante Madison: ya se habían visto las caras una vez, el año pasado. En aquel encuentro, los Dodgers vencieron por 4-2, a pesar del jonrón de dos carreras de 'Mad Bum'. El martes, Greinke sumó otra victoria a su hoja de servicios en una temporada memorable. Lo llamativo fue ver al tipo oliendo el madero en un turno al bate. ¿Olería a victoria?

Sin restar méritos a Kershaw, este es el año de Greinke, quien prefería ser catcher en sus inicios, según cuenta Sports Illustrated. Hay que reconocer que sobre el montículo no le ha ido mal. En 2015 está cuajando su mejor temporada y lidera la mayoría de quinielas para ganar el premio Cy Young al mejor serpentinero de la Liga Nacional, galardón que ya ganó en la Liga Americana en 2009.

El pitcher llegó a acumular este verano 45.2 entradas a cero de forma consecutiva, algo nunca visto desde 1988. Además, su promedio de carreras permitidas (ERA) se sitúa en 1.59 tras su triunfo ante los Giants, y suma 8.1 victorias sobre un jugador de reemplazo (WAR), la mejor marca entre los abridores, según los datos de ESPN.

En Los Ángeles se respira ahora con algo más de calma, una vez salvado el último 'match-ball' ante los Giants. Los Dodgers entraron en barrena y Clayton Kershaw llegó a afirmar que era necesario pulsar el botón del pánico. Sin embargo, han sabido aguantar la embestida de unos Giants que les pisan los talones.

Para los Dodgers no quedan 30 partidos de temporada, sino 24. El objetivo es llegar a la penúltima serie de la temporada con el primer puesto asegurado, pues tendrán que volver durante cuatro noches al AT&T Park de San Francisco, donde este año han perdido los seis encuentros disputados ante los actuales campeones.

Los Dodgers se encomiendan a su pareja de oro. La ofensiva tiene días increíbles y otros no tanto; a los relevos les sucede lo mismo. Pero la consistencia de los angelinos tiene dos nombres: Kershaw y Greinke. Ambos suman 33 victorias y 20 derrotas para la novena californiana, mientras que el récord del resto de abridores están en 41-37. Al margen de la regularidad que puedan mostrar los bateadores, será el montículo el que dicte sentencia en playoffs, donde Greinke ha estado mejor que Kershaw desde que llegó a Los Ángeles.

Hay quien ve un déjà vu en el dúo dinámico de los Dodgers. Hace 50 años, otra pareja de pitchers, Sandy Koufax y Don Drysdale, hicieron vibrar a los aficionados angelinos con tres Series Mundiales. Si alguien puede repetir la historia, son Greinke y Kershaw. Si ambos logran mantener el nivel durante lo que queda de año, apostar por el primer campeonato de los Dodgers desde 1988 sería algo bastante lógico. Pero esto es Hollywood: hay que estar preparado para los giros de guión.