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MUNDIALES DE PEKÍN | 100 METROS

Usain Bolt sigue siendo el rey

El jamaicano silenció a Justin Gatlin con una ajustada victoria. Bolt salió mejor que de costumbre e hizo 9.79. Ya tiene 11 medallas mundiales.

Usain Bolt.
Usain Bolt. OLIVIER MORINAFP

Habían pasado casi tres horas desde que Usain Bolt alzó los brazos al cielo eléctrico de Pekín… y todavía decenas de periodistas orientales rodeaban las pantallas del Centro de Prensa que repetían la final de 100 metros para seguir captando imágenes inolvidables en los ‘smartphones’. Lo que mostraban esas pantallas con contumacia oriental era una secuencia de escenas de poco más de diez segundos. Y en esas escenas, 75.000 tensos espectadores contenían la respiración en el National Stadium de Pekín, el Nido de Pájaro, hasta que Usain Bolt demostró en una carrera de 9.79 segundos que ese Nido continúa siendo el cubil del Relámpago: la Ciudad Prohibida para todo quien no sea el emperador Bolt.

Después de una separación de 19 centésimas en las semifinales de 100 metros a favor de Justin Gatlin sobre Bolt (9.77/9.96, tras tropezón y salida catastrófica de Usain), Bolt se soltó sobre el vulcanizado 'sportflex' como el relámpago electrizante que es y sumó su título número 15 entre Mundiales y Juegos Olímpicos. Este se trata del tercer oro mundialista para Usain en el hectómetro. Y lo fue por una sola centésima: los 9.79 de Bolt, su marca del año, contra los 9.80 de Gatlin (9.74 en 2015), mucho más crispado que en esa semifinal del 9.77.

"Gatlin piensa ahora que sí puede ganar, pero la realidad es que aun tiene que créerselo cuando se vea delante de Bolt", había observado Michael Johnson, plusmarquista mundial de 400 metros. No se enfrentaban desde 2013, en el Mundial de Moscú. Y fue exactamente como Johnson dijo. Pese a la alerta roja que sonó para Bolt en semifinales, el Relámpago (en la calle cinco, rodeado por cuatro estadounidenses, Bromell, Rodgers, Gay y Gatlin, a 22 grados y 78% de humedad y con -0,5 de viento en contra) reaccionó al tiro antes que Gatlin: 159 milésimas por 165. El de Bolt fue el sexto mejor tiempo de reacción de una final con nueve hombres: Bromell, el francés Vicaut y el chino Su habían empatado a 9:99 en semifinales en los dos puestos de repesca por tiempos y se acordó salir con nueve. En los tacos, tres convictos por dopaje: Gatlin, Gay y Asafa Powell, con 10.00 para estos dos últimos, en los puestos sextos y séptimo.

Con Bolt atento a la salida tras lo de semifinales, Gatlin (calle siete) no pudo negociar margen a favor y a media carrera comenzó a hacerse sentir la descomunal zancada del Relámpago. La igualdad reinó hasta los 80 metros, pero la progresión de Bolt venía como un torrente… cuando Gatlin se crispó y desequilibró en un inútil ‘plongeon’ hacia la meta. A los 33 años, Gatlin quizá perdía ahí la oportunidad de su vida para batir a Bolt (29) en una gran final de 100. Con sus 20 añitos, Bromell atrapó el bronce en 9.92 (exactamente, 9.911), bronce compartido en empate total con el canadiense De Grasse: 18 años. Y con esta undécima medalla en Mundiales, Bolt rompe el empate a diez que mantenía con Carl Lewis. La leyenda del Relámpago se engrandece en el Nido de Pájaro, la Ciudad Prohibida de Usain Bolt en Pekín: y ahora llega el 200.