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MUNDIALES DE PEKÍN | 20 KM MARCHA

Miguel Ángel López: “No me conformo con repetir un bronce”

A las 02:30 del domingo, tras 18 vueltas al circuito de un kilómetro adyacente al Nido de Pájaro, en pleno Parque Olímpico, Miguel Ángel López atacará de frente el título mundial.

Miguel Ángel López fue campeón europeo en Zúrich.
AFP

Miguel Ángel López Nicolás, el murciano de Llano de Brujas, firmó el título europeo de 20 kilómetros marcha en 2014, en Zúrich… solo un año después de colgarse el bronce en el Mundial de Moscú. La de López es una de las medallas mundialistas españolas (junto a Ruth Beitia) cuya reedición cabe imaginar ahora en Pekín. A las 02:30 horas del domingo, tras 18 vueltas al circuito de un kilómetro adyacente al Nido de Pájaro, en pleno Parque Olímpico, Miguel Ángel López atacará de frente el título mundial: sin reparos ni vacilaciones.

“No me conformo con repetir el bronce de Moscú, no me puedo conformar cuando sé que puedo luchar por lo máximo. Si se puede ganar, mejor, aunque ahí estarán el japonés Suzuki y los tres chinos, todos en su zona. De los rusos, después de la escabechina que han tenido por doparse, no sé si aparecerá Ivanov”, comentó López a AS poco después de la reunión técnica en la que recogió su dorsal de la prueba, el número 43. “El circuito es bueno, plano y con las curvas justas para que sea rápido. No me preocupa el calor y el tiempo ha ido mejorando después del lunes, que fue un día problemático para respirar y hasta para ver”, analiza López, que ha revisado palmo a palmo el circuito junto a su entrenador, José Antonio Carrillo. López desarrolla los concienzudos planes de Carrillo en las alturas de Sierra Nevada y Font Romeu.

Sobre los escándalos de dopaje que afectan mayormente a atletas de larga distancia y marchadores, López opina: “No podía faltar esa pregunta... pero la respuesta está clara. Todos los pasos al frente en favor de que todo se aclare son buenos para este deporte y para toda la familia de este deporte. Lo más grave es el problema de conciencia. Ya hay dudas sobre la certeza de quiénes son los que ganan las pruebas de verdad. Pero considero irrecuperable el daño que se causa por los dopados a aquellos que no lo han estado… y que perdieron esas pruebas. ¿Cómo se valora o recupera eso…?”.