Roberto Garza: "Sólo me llamarán en caso de lesión"

Roberto Garza espera con paciencia la llamada y si ésta no llega, está preparado para tomar la decisión de decir adiós.Tras ser cortado en abril pasado por Chicago luego de 10 años con los Osos, el jugador de origen mexicano, de 36 años de edad, decidió mudarse de regreso a Texas, al sur de San Antonio, donde construyó un gimnasio para mantenerse en forma.

La espera no ha sido sencilla para Roberto, menos en una época del año como la actual, entre julio y agosto, en la que se acostumbró a largas jornadas de trabajo físico y mental en los campos de entrenamiento.

Como agente libre, Roberto asegura tener demasiado tiempo libre a su disposición, pero se las ha arreglado para mantenerse ocupado, al menos para llevar a su hija al colegio y traerla de vuelta a casa, jugar con ella y compartir algunas labores del hogar con Ashley, su esposa. Así, Roberto mantiene la vista alejada del teléfono en espera de una llamada que podría llegar gracias a la mala fortuna de alguien más.

“Tengo un pequeño gimnasio en el que me mantengo en forma, listo para cuando llegue una llamada. Lamentablemente, lo mas probable es que (la llamada) sea por la lesión de algún jugador, pero tengo que estar listo para cuando un equipo necesite cubrir la posición de centro", explica Roberto en charla con AS. El ex centro de los Osos asegura estar conciente de que la sangre joven manda en la NFL, pero cuidar su puesto ante jugadores de menor edad no es algo nuevo.

Desde su llegada ala NFLcomo selección de cuarta ronda de Atlanta en el Draft de 2001, Roberto se acostumbró a luchar, primero, para ganarse un lugar en la línea ofensiva titular de los Halcones como guardia izquierdo y ser un elemento inamovible de la línea frontal de Chicago hasta que las lesiones le impidieron jugar cuatro partidos en 2014.

"Los equipos quieren a jugadores jóvenes que les den varios años. Estoy seguro que puedo competir al más alto nivel. Muchos años competí con jugadores más jóvenes y gané. Aún tengo mucha energía para jugar a buen nivel", asegura.

La energía que Roberto a la que hace referencia es la que, en su opinión, le permitió edificar una carrera que, pese a ser reclutado en el Draft dela NFL, comenzó con incertidumbre.

Roberto es hijo de padres mexicanos, quienes nacieron en el Estado de Tamaulipas, que colinda con Texas, y emigraron a Estados Unidos con el único propósito de lograr una mejor vida.

Su hijo entró ala Universidadde Texas A&M-Kingsville, pequeña en comparación a los monstruos productores de jugadores comola Universidadde Texas o Texas A&M, pero desde donde logró llamar la atención de los scouts dela NFL.

“No me puedo quejar. Realmente me ha ido muy bien. Salí de una universidad pequeña e hice una buena carrera. He llegado lejos. Pero aún puedo dar más”, insiste Roberto.

Sin embargo, la decisión de darle continuidad a su carrera no depende de él y si la llamada que espera no llega para diciembre, Roberto está listo para tomar la decisión.

“Si me llaman, estaré listo para hacer valer mi experiencia y demostrar que aún puedo jugar a un muy buen nivel, pero si esa llamada no llega para diciembre, estoy listo para retirarme. Uno no puede forzar las cosas”, señala.

Roberto no tiene planes para lo que será su vida después de colgar el casco y las hombreras, pero una cosa es segura: sus días iniciarán con un viaje a la escuela de su hija.