Carolina: "Los Juegos de Río serían la guinda a mi palmarés"

-Doble campeona mundial. Describa cómo se encuentra.

-Muy bien y muy contenta. Este oro supone la recompensa a todo el esfuerzo realizado desde hace un mes, cuando existían dudas sobre si acudiría al torneo por la lesión en el pie. Me han mandado muchísimos mensajes al móvil, me abruma tanto apoyo.

(Carolina Marín responde a AS desde su hotel en Yakarta, relajada y satisfecha después de atender varios compromisos relacionados con su segundo cetro. Fernando Rivas, inseparable entrenador y confidente, nos pasa amablemente a la onubense al teléfono).

-¿Creyó que no podría competir?

-Estaba lesionada, y sólo dos semanas atrás comencé a moverme por la pista y a tener las sensaciones de antes. El trabajo en parado, junto a mi técnico y a mi psicólogo (Pablo del Río), con los que visualicé estrategias y jugadas, dio sus frutos. Son los mejores, les debo llegar hasta aquí.

-¿Le presionó la defensa del título?

-No pensé en revalidar el oro, sino en ir partido a partido, centrada en el reto de cada día, con el plan que habíamos diseñado para cada encuentro. En algunos momentos sufrí ciertos nervios, pero al fin podemos celebrar el éxito conseguido.

-En la final superó con autoridad a Saina Nehwal.

-Sí, afortunadamente la táctica se aplicó como la habíamos planificado. Me salió todo redondo, perfecto, y no me vine abajo en fases delicadas a pesar de la dificultad de una rival tan peligrosa como Saina.

-Resulta paradójico que, con el cómputo de los puntos del Mundial, Nehwal le adelantará en el ránking como número uno.

-La clasificación del circuito me da igual ahora mismo, lo importante es que soy doble campeona del mundo. Ya habrá tiempo más adelante de recuperarlo.

-Disimuló bien con el himno equivocado.

-Me sorprendió un poco. Sin embargo, sólo quería saborear el podio y la medalla de oro.

-¿Siguientes pasos?

-Regresar a España, descansar un poco y disfrutar de mi gente. Y, a principios de septiembre, volar a Japón para disputar un nuevo torneo.

-En el horizonte, la aventura olímpica de Río, en 2016.

-Sí, se trataría de la guinda para mi palmarés, aunque espero cosechar muchas otras victorias. No me pongo límites, deseo conquistar triunfos hasta que me retire.

-¿Y cómo valora haberse convertido en la pionera y estandarte de su deporte en España con sólo 22 años?

-Me llena de orgullo dar a conocer el bádminton en nuestro país. Cada vez me estiman y reconocen más, ayuda la atención de los medios, y si le pegamos un empujoncito entre todos para su desarrollo, pues me haría muy feliz.