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Venganza a lo grande de los All Blacks (41-13) ante Australia
Exhibición de Nueva Zelanda tras el descanso, disipando las últimas dudas. McCaw batió el récord mundial de partidos (142).
Los All Blacks pueden tener "un mal día en la oficina", como en el Mundial de 2007 ante Francia, o como que Australia le ganara hace siete días (27-19)... pero dos partidos seguidos es impensable. Cada mucho tiempo, Nueva Zelanda da una oportunidad a sus rivales, y con las mismas cierra esa puerta y regresa con más fuerza. Que se lo digan a la Australia de Cheika, armada de moral tras levantar el Championship hace siete días. Una derrota escandalosa (41-13) ante los All Blacks en la Bledisloe Cup les devuelve a la realidad. A los Wallabies y al resto de naciones que sueñan con ganar el Mundial. Nueva Zelanda no perdona y quiere su primer Campeonato del Mundo lejos de casa.
Aquellos que creyeron que podíamos estar ante un final de ciclo de los All Blacks tuvieron apenas 20 minutos para ver como se desmoronaba su teoría. Australia arrancó bien, con ganas, metida en el campo rival. Con el 3-3, un par de pateos de Quade Cooper y de Carter, había igualdad. Hasta que Nueva Zelanda se soltó. De lo que debía ser un ensayo en contra, los de negro defendían con uñas y dientes, salió un contragolpe de libro con Carter al timón y siendo rematada la faena por Coles, el talonador, que se llevó en velocidad a todo el que pasaba por allí. Con 13-6 al descanso (un par de golpes de castigo más para cada país) se podía pensar en que hubiese partido todavía.
No hubo dudas. Los All Blacks se desataron en la segunda parte. Milner-Skudder, que había debutado hace una semana con ensayos, lideró un par de anotaciones. La primera sirviendo a Aaron Smith un try cantado, que además costó la amarilla de Quade Cooper (placaje al cuello). En superioridad numérica, Nueva Zelanda se tomó su revancha. Ma'a Nonu y Conrad Smith encontraban el camino para otros ensayos, y Nonu cerraría la cuenta local poco después con el segundo en su mochila. Folau, con una galopada desde su campo, maquillaría algo el marcador. Al final 41-13 en el día en que McCaw cumplía 142 tests vistiendo de negro, récord mundial. También dejó un recado Carter: el apertura, plusmarquista mundial de anotación, vuelve por sus fueros antes de la gran cita planetaria. Australia está lista para hacer un gran papel, pero equipararla a Nueva Zelanda aún queda lejos.