Los Angeles se convertirá en el centro neurálgico de la NFL

El retorno de la NFL a Los Angeles será por la puerta grande. La liga está convencida de que el segundo mercado en importancia de Estados Unidos no sólo ha estado abandonado físicamente por la competición más importante del país, sino que también se ha desatendido a los aficionados que allí habitan y, por lo tanto, las oficinas del comisionado Roger Goodell han puesto en marcha un plan para que el desembarco en la gran urbe californiana sea como una gran invasión. Y si la NFL se pone en ese plan, todos a cubierto porque será un bombardeo intenso. Muy intenso.

Hoy mismo los propietarios de los San Diego Chargers, Oakland Raiders y Saint Louis Rams han explicado a sus 29 compañeros como dueños de un equipo NFL sus planes, sus deseos y, mucho más importante que todo eso, que cantidad de dinero tienen pensado ofrecer para facilitar su traslado a Los Angeles. Esto es importante. Todo equipo que se mueve de una ciudad a otra tiene que pagar una cantidad económica a los otros equipos en concepto de aprovechamiento de un nuevo mercado. Es probable que el dueño que más ofrezca sea el que más apoyos tenga.

Ahora mismo hay dos proyectos de construcción de un nuevo estadio en Los Angeles que albergaría a los dos equipos que acaben allí. Uno está en Carson y el otro en Inglewood. El primero fue impulsado con el acuerdo más o menos explícito de Chargers y Raiders pero, dado que también negocian con sus actuales ciudades, ha ido perdiendo fuelle en favor del de Inglewood. ¿Por qué? Pues porque este segundo es un empeño personal de Stan Kroenke, dueño de los Rams y también de una empresa de construcción que se ha preocupado de buscar la financiación de 1.700 millones de dólares y la aprobación de los barrios para poner en marcha su idea. Así las cosas, parece muy difícil parar este estadio, lo que supone la muerte de facto del proyecto de Carson y la seguridad de que los Rams será uno de los dos equipos movidos.

Los 29 propietarios no votaran las propuestas hoy, pues eso sucederá en octubre, pero se puede afirmar que muchos de ellos saldrán con las ideas muy claras de la reunión. De hecho, se ha filtrado por diversos medios que Kroenke, de natural verso suelto en la NFL y muy dado a hacer las cosas "porque me da la gana" sin contar con sus colegas, ha estado trabajando en reuniones privadas con unos y con otros. A estas alturas, si los Rams no están jugando en el nuevo estadio de Inglewood a principios de la temporada 2017 sería una enorme sorpresa.

Con ese momentum construido, la propia liga es la que más interés está mostrando en acelerar el proceso. Para convencer a los que aún duden de la bondad de la idea ha prometido que hará todo lo posible por conceder dos Super Bowls al nuevo estadio, dos Super Bowls en Los Angeles. Es tradición en la NFL celebrar una de sus grandes finales en los estadios recién estrenados, pero mandar su gran fiesta anual dos veces para allá es toda una declaración de intenciones y un enorme apoyo para Kroenke. 

Por si fuera poco, Goodell también quiere celebrar un draft en Los Angeles. Sería a partir de 2017 (el de 2016 ya está comprometido en Chicago), justo cuando el estadio ya estaría operativo. Y, como guinda de todo el pastel, la NFL Network, la cadena televisiva de la liga, movería sus estudios para emitir desde el propio estadio de Inglewood, es decir, alquilarían parte de las instalaciones para aposentarse allí con carácter definitivo.

En resumen: la NFL quiere volver a Los Angeles. Lo hará con dos equipos, con dos Super Bowls y con su arma de marketing masivo, la NFL Network, asentada en el propio estadio recién construido. Desde luego que la liga no iba a entrar de puntillas en una ciudad tan importante, pero es que están preparando toda la artillería.