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MUNDIALES DE KAZÁN

Vall: “Veía muchos tres y no entendía nada. Es un sueño”

La nadadora del CN Sant Andreu logra el premio a tres años de dedicación: "No tengo talento, pero con trabajo se consigue todo lo que uno se propone".

KazanActualizado a
Las cinco medallistas del 200 braza.
REUTERS

Exultante Jessica Vall después de proclamarse bronce mundial en los 200 braza y de batir el récord de España. La catalana, la mejor de las participantes en el último 50, reconoce que este premio es “un sueño hecho realidad. Un ejemplo para mí es Pedersen y me he subido al podio con ella. No me lo podía creer. Me quedé sin palabras, no sé expresar lo que siento”.

La carrera de Vall respetó el guión que había diseñado su entrenador, Jordi Jou. Nadar a ritmo de prueba, sin volverse loca, y darlo todo en el último largo, aprovechando la velocidad de Vall cuando la resistencia de las rivales decae. “Había hablado con mi entrenador no dar la carrera por perdida y dar el máximo en el último viraje. Hacer un progresivo pero sin volverme loca en las tres primeras brazadas. “Mi entrenador sí que es el rey de la táctica. Es como si tuviera un mando de la Play y cuando me dijo aprieta, lo hice”. Y le salío de maravilla. Pero la carrera fue histórica porque por primera vez tres nadadoras tocaron igual en tercera posición. Eso provocó la confusión en la nadadora del CN Sant Andreu. “Veía muchos tres y mi poyete no se iluminaba. Pero si hay muchos tres es que había sido bronce también. Luego ya lo entendí”.

Después de tres años dedicándose a la natación, disciplina que compagina con el trabajo, los estudios y su vida de casada, Vall reconoce que “no me considero una chica con talento, simplemente con constancia y trabajo duro se puede llegar a todos los lados”. Y advierte de que no ha tocado techo a sus 26 años. “Este no es mi tope. El bronce del año pasado me inspiró y me dio confianza. Con esto ocurre lo mismo. Espero no asumir esto como una responsabilidad sino como una oportunidad”.

Vall superó todas las expectativas pero reconoció que en su cabeza estaba lograr algo así: “Nunca pensé esto, pero sí me lo imagine. Son dos verbos diferentes. Lo soñaba”. Y tiene claro a quién le dedica esta victoria: “A mi entrenador, familia y amigos. Y a mi marido que no fue un año bueno. Tuvo un problema de salud y nos tuvimos que adaptar. Seguro que vamos a mejor”.