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WASHINGTON NATIONALS

Washington Nationals pueden tener un serio problema

La caída libre del equipo capitalino no se detiene tras el barrido sufrido en New York y ya no ocupan en solitario el primer puesto de su división.

El outfielder Jayson Werth durante el partido que enfrentó a Washington Nationals contra Arizona Diamondbacks.
Greg FiumeAFP

Cuando se empezaron a conocer las altas y bajas de los distintos equipos de cara a la temporada 2015, había una idea generalizada en la Major League Baseball y es que los Washington Nationals, sobre el papel, tenían la mejor plantilla de toda la competición y era el gran favorito para ganar las Series Mundiales según los distintos expertos y propias casas de apuestas.

Después de 104 partidos, no queda nada de ese equipo demoledor que iba a dominar la liga y llevar el primer título de la gran final del béisbol a la capital de Estados Unidos desde 1924, una constante en los últimos tiempos para un club que aspira a mucho pero que luego no termina de cumplir cuando más importa.

En 2015, no hemos tenido ni siquiera que llegar a los playoffs donde los Nationals se han venido abajo como un soufflé en las dos comparecencias de 2012 y 2014, donde desperdiciaron un 2-0 con los últimos tres partidos disputados en su casa como en el primer caso o perdiendo frente a un equipo peor pero que brilló como pocos, los San Francisco Giants del año pasado.

Una de las mejores rotaciones de la historia o que se pretendía que así fuera tras la llegada de Max Scherzer, ha visto como el grupo como tal ha estado muy por debajo de las expectativas. Curiosamente, el único que ha mantenido el tipo ha sido Scherzer, tras su gran contrato de 210 millones por siete años y eso que no viene de hacer su mejor mes en julio.

Pero es que el resto de compañeros no están a la altura. Jordan Zimmerman tiene una ERA casi una carrera superior respecto al año pasado (3.54 frente a 2.66). Doug Fister tiene un 4.60 y el Golden Boy, Stephen Strasburg, casi ha estado más tiempo lesionado que en activo y en el segundo caso, no ha sido un buen lanzador (5.16).

Todo esto ha supuesto una presión brutal para el resto del equipo en ataque y mejor no hablemos de la defensa, con Ian Desmond que fue un verdadero coladero a principio de temporada y acumula 21 errores justo cuando va a ser agente libre. No es un buen momento para ello.

Se podría decir que Bryce Harper y Yunel Escobar son los únicos que se salvan de un equipo que en ataque no está cumpliendo con las expectativas, entre lesiones y rendimiento de algunos de sus jugadores más representativos. Jayson Werth ha estado gran parte del año lesionado y está bateando un .203. Ryan Zimmerman .211, Ian Desmond un .217.

La buena noticia es que Anthony Rendon ha vuelto y van a mejorar en todas las parcelas. Denard Span también volverá. Pero Bryce Harper no lo puede hacer todo y eso que ha sido el MVP de la primera mitad del año, con números que todos soñaban desde que fue portada de Sports Illustrated a los 16 años con el apodo de “El elegido”.

Los New York Mets han ganado los cuatro partidos que han disputado desde la adquisición del cubano Yoenis Céspedes y ocupan en solitario el primer puesto de su división, lo más tarde que lo han hecho desde el 19 e septiembre de 2008. Por su parte, los Nationals, que tenían una ventaja de 3.5 partidos sobre los neoyorquinos a principios de julio, han cosechado un horrible mes con un balance de 11-16.

Nunca hay que menospreciar el impacto psicológico (aparte del práctico sobre el campo) que pueden tener distintas adquisiciones en el mercado de traspasos. Es lo que ha ocurrido con los Mets y no sería prudente subestimar las opciones que tienen de aquí al final de la temporada. A día de hoy, los Nationals no parecen mejores y esa es una idea muy peligrosa para un club que aspiraba a ganarlo todo hace solo unos meses.