Previa de la temporada NFL-2015 Atlanta Falcons
Tras las plagas de Egipto, llega el profeta Dan Quinn
Agua convertida en sangre, ranas, piojos, moscas, peste, úlceras, granizo, langostas, tinieblas, muerte… ¿Las diez plagas de Egipto? ¡Una broma! Mike Smith, él solo, y en siete años bien aprovechados, ha dejado los Falcons como un solar. Y llevándose el título a entrenador del año en su debut. Con una constancia encomiable. Metódico. Sistemático. Un teórico gurú defensivo llevando al equipo a la final de conferencia sin defensa. ¿Y en la grada? Llanto y crujir de dientes, que entre tantas lágrimas tenían que poner los altavoces a tope para que pareciera que en vez de rasgarse las vestiduras, los aficionados animaban.
Pero incluso las peores pesadillas tienen su final. Mike Smith, probablemente el peor entrenador de la NFL en los últimos años, y mira que los ha habido malos, es historia. Pero se ha marchado sin dejar piedra sobre piedra. Matt Ryan, Julio Jones, Trufant en defensa y el vacío más absoluto. La nada. Los Falcons, coronados con un halcón egipcio en su casco, necesitan que se abran las aguas y luego no se les caigan encima como a Ramsés para no pasar una larguísima etapa de reconstrucción.
Al menos tienen a su favor un quarterback como Matt Ryan, que pese a que cada vez ha tenido menos armas alrededor, y menos protección, siempre ha dado muestras de carácter y calidad. Una joya que en Atlanta no se pueden permitir el lujo de desperdiciar. Tiene 30 años, talento de sobra para ser un referente en la NFL, pero cada vez menos gestos de “esto hay que ganarlo como sea” y más de “por Dios, que no vuelvan a pegarme”. Y no será el primer, ni el último quarterback con talento de ‘Hall of Fame’ que termina por apagarse lentamente de impotencia.
Pero si alguien puede abrir las aguas es Dan Quinn, padre de la defensa de Seattle que se plantó en la Super Bowl en las dos últimas ediciones. Parece que con el rebaño de restos de tienta que tiene a su cargo no podrá llegar muy lejos, pero tiene dos cosas a favor: esa defensa no puede ser peor que hasta ahora, y en el sistema de relevos constantes de Quinn quizá no sean tan importantes los nombres como las ganas, y después de sobrevivir a Mike Smith, esa plantilla debe estar deseando comerse el mundo.
Al menos no tienen que intentar sobrevivir en una división infernal. Sus vecinos de la NFC Sur no están en mucho mejor situación, así que apelando a unas pizcas de talento, y muchas ganas de ganar, no hay que descartar que unos Falcons que parecen necesitar varios años para volver a ser un equipo de verdad puedan dar algo de guerra.
PUEDES DESCARGAR EL PDF PINCHANDO AQUÍ.