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Previa de la temporada NFL-2015 Pittsburgh Steelers

Los señores del acero ya no son los más duros del barrio

Ben Roethlisberger, Antonio Brown y Le’Veon Bell forman un tridente ofensivo salvaje, descomunal. Quizá el mejor de toda la NFL actual. Si los tres están en estado de gracia son capaces de atropellar casi a cualquier rival de la liga independientemente de la actuación del resto del equipo. Pero la pregunta inmediata es si eso son de verdad los Steelers que conocemos y queremos ver.

Durante muchos años los Señores del Acero han cimentado su leyenda con una terrible defensa 3-4 hiperactiva que avasallaba a sus rivales, un juego de carrera machacón, insistente, que percutía sobre el front seven rival hasta conseguir derribarlo. Quarterbacks titulares como Neil O’Donnell, Mike Tomczak, Kordell Stewart, Tommy Maddox o Big Ben en sus primeros años, confirman que la posición de pasador no ha sido precisamente la más importante. Esa filosofía ha arrastrado a los otros equipos de su propia división, que invierten, miman y trabajan la defensa por encima de todas las cosas. Sin embargo, los Steelers de los últimos dos o tres años han dejado de parecerse a si mismos.

El punto de inflexión llegó el día del famoso “3:16 Game” que les enfrentó a los Broncos de Tebow en un partido de wild card disputado el 8 de enero de 2012. La agresiva 3-4 de Dick LeBeau fue con todo a cazar a Tebow en la primera jugada de la prórroga para que el quarterback lanzara un pase letal que valió el partido y dejó en entredicho un sistema que había marcado época. Desde ese día los Steelers se han dedicado a reencontrar su identidad, y parece que han decidido hacerlo en el mundo Fantasy. Big Ben, Antonio Brown y Le’Veon Bell tirando de talento e imaginación.

Es verdad que en los últimos drafts han trabajado a fondo para intentar reconstruir su ‘Telón de Acero’ y que tanto esfuerzo no ha dado nunca frutos, pero este año tenían la oportunidad de replantearse quienes son, de dónde vienen y a dónde van tras la marcha de Dick LeBeau. Sin embargo, en un movimiento por otro lado muy coherente con su filosofía, el puesto ha sido asumido por Keith Butler, un alumno aventajado de LeBeau que ya ha anunciado que no se saldrá ni un ápice del estilo de su maestro.

Salvo milagro, ni una 3-4 agresiva es el sistema ideal en el fútbol actual, ni los Steelers parecen tener los jugadores que necesitan para que funcione, así que este año toca encomendarse otra vez al tridente. Big Ben, Antonio Brown y Le’Veon Bell salvando los muebles de unos Señores del Acero que por ese camino no volverán a la cima.

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Las tres claves del equipo por Antonio Magón

Que Roethlisberger no se lesione. Big Ben es el motor de este equipo, y más ahora con la defensa en entredicho. Aunque tiene suplentes solventes, porque no se pierda partidos pasarán las aspiraciones acereras para 2015. No sólo dependerá de la línea, sino también de él mismo, evitando riesgos innecesarios por querer prolongar la jugada más de lo aconsejable.
Que el nuevo coordinador defensivo dé con la fórmula antes de que sea demasiado tarde. Butler lleva entrenando a los LBs desde 2003, por lo que conoce sobradamente a los jugadores que tendrá a su disposición. Pero los zapatos que deja LeBeau son muy grandes de llenar, y la tarea de acoplar un grupo compuesto por jóvenes poco experimentados no será sencilla.
Dominar en los partidos divisionales. Con el calendario a priori más duro de la liga, necesitarán hacerse fuertes en los enfrentamientos contra los rivales de la AFC Norte para optar a repetir presencia en playoffs. No es raro que pierdan partidos contra equipos en teoría más débiles, pero sólo lo podrán compensar manteniendo su superioridad en la división.

Lo mejor

Una ofensiva brutal, con jugadores de primer nivel en las posiciones principales.
La defensa, esclava de veteranos en declive, necesitaba rejuvenecerse con urgencia.
La continuidad del staff técnico, que sabe a qué estilo quiere jugar y cómo lograrlo.

Lo peor

1 Una secundaria plagada de dudas e inexperiencia que puede lastrar al resto del equipo.
2 La retirada de líderes carismáticos deja a una defensa joven huérfana de referencias.
3 La falta de un adecuado fondo de banquillo en la línea ofensiva si caen los titulares.