POLÍTICA DEPORTIVA
Méndez de Vigo: "Voy a trabajar con humildad y escuchando"
El nuevo ministro de Educación, Cultura y Deporte tomó posesión de su cargo. Sustituye a José Ignacio Wert. Florentino Pérez estuvo presente.
El nuevo ministro de Educación, Cultura y Deporte, Iñigo Méndez de Vigo, ha asumido este viernes su cargo con el compromiso de trabajar con "humildad", escuchando a los demás y buscando "puntos de encuentro", y ha dicho que le supone un "gran honor" estar al servicio de su país en su nueva responsabilidad.
Sobre el deporte, Méndez de Vigo ha confesado con humor que le gustaría decir que ha sido "un gran deportista", pero que no podía hacerlo al ver a muchos amigos de la infancia en el acto.
Sin embargo, ha enfatizado que ha practicado muchos deportes con perseverancia, cualidad que ha prometido continuar ahora a la vicepresidenta del Gobierno.
Méndez de Vigo ha recibido la cartera ministerial de manos de su antecesor, José Ignacio Wert, quien se ha despedido con emoción tras tres años y medio al frente de un departamento en el que, ha reconocido, ha habido "muchos sinsabores", aunque "ha merecido la pena".
Méndez de Vigo y Wert, que se han confesado amigos desde hace muchos años, han estado arropados por varios miembros del Gobierno como la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y los ministros de Empleo y Exteriores, Fátima Báñez y José Manuel García-Margallo, respectivamente.
Tanto el ministro saliente como el entrante también han tenido palabras de agradecimiento para el presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, por haberles dado la oportunidad de ocupar una cartera tan relevante.
El hasta ahora secretario de Estado de la Unión Europea ha recordado en su discurso sus etapas universitarias y como opositor con el objetivo de "servir a su país", y ha afirmado que llegar al Gobierno es hacerlo al "más alto escalón de servicio".
Méndez de Vigo, que antes había jurado su cargo ante Felipe VI, ha mostrado su emoción por estar en un edificio como el del Ministerio de Educación, donde ha habido antecesores tan relevantes para él como Salvador de Madariaga, titular de este departamento durante la República.
Además, ha resaltado que, aunque su vida política se ha antepuesto a su vida universitaria, ésta "siempre ha estado ahí" y le ha gustado "estar en contacto con la gente y el escuchar a la gente", por lo que en este Ministerio ha dicho sentirse "en casa".
"El mundo de la cultura es un mundo interior", según el nuevo ministro, que ha asegurado que ha tenido "la suerte de vivir un ambiente donde se propiciaba la lectura y el amor por la música", y lo ha podido ejercer en distintas fundaciones europeas.
"Yo soy perseverante y, por tanto, voy a trabajar desde el primer día y lo voy a hacer desde la única manera que sé hacerlo, con humildad, escuchando a los demás y actuando como he actuado siempre en mi vida política, con respeto, intentando encontrar las razones del otro y buscando siempre puntos de encuentro", ha aseverado.
El nuevo ministro ha dado las gracias a su madre, mujer e hija y a toda su familia, especialmente a los que no están (su padre y abuelos).
"Les prometo desde mañana sábado trabajar con ahínco, sé que el ministro Wert ha hecho una gran labor, voy a continuarla", ha asegurado.
Como anécdota, Méndez de Vigo ha asegurado que hoy ha aprendido de Wert a apagar el móvil (le ha sonado al exministro al poco de comenzar a hablar), lo que ha causado las risas de los numerosos presentes en el hall del Ministerio, entre los que se encontraban personalidades del deporte como Florentino Pérez, los rectores de la Complutense, la UNED y la UIMP, o la diputada popular como Sandra Moneo.
El ministro saliente, que ha tomado la palabra antes, se ha despedido agradeciendo la labor de los trabajadores del Ministerio y a los de fuera de esa casa que, "con sus aportaciones y críticas, han contribuido a mejorar significativamente el trabajo realizado".
Además de recordar al escritor británico Kipling y su poema "If", en el que aparece la frase "ha merecido la pena", Wert ha cerrado su intervención recordando el IV centenario de la segunda parte del Quijote y sus últimas palabras: "Válete, seguid con salud, adiós y muchas gracias".