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SUSTITUYE A WERT

Méndez de Vigo, ministro de Educación, Cultura y Deporte

A las 22:00, Mariano Rajoy comunicó el relevo de José Ignacio Wert al frente de Educación, Cultura y Deporte. Íñigo Méndez de vigo es el nuevo ministro.

Méndez de Vigo, ministro de Educación, Cultura y Deporte
FERNANDO VILLAREFE

Iñigo Méndez de Vigo (Tetuán, 59 años) fue nombrado ayer, a las 22:00 horas, nuevo ministro de Educación, Cultura y Deporte, relevando a José Ignacio Wert, que probablemente irá de embajador a la OCDE. La noticia pilló por sorpresa en el Consejo Superior de Deportes, que no esperaba el cambio estando el presidente Mariano Rajoy en Bruselas. El secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal, se encuentra de viaje personal fuera de España. Ana Muñoz, la directora general del CSD, en Santander en los cursos de la Universidad Menéndez Pelayo. Al nuevo responsable de la cartera de Deporte en España la noticia le cogió cenando en un restaurante de Bruselas. “No es ningún marrón”, declaró.

El cambio se barruntaba ya desde hace semanas, pero dentro del Consejo no creen que se vayan a producir grandes cambios ya que las elecciones generales deberían ser en noviembre. Por su perfil de Twitter, como deporte le interesa el turf, del que sigue varias cuentas. Y las carreras de caballos están paralizadas en España...

Méndez de Vigo, barón de Claret, abogado con licenciatura por la Complutense y profesor, ocupaba el puesto de secretario de Estado para la UE y tomará posesión del cargo ante el rey hoy por la tarde. Vinculado al PP desde su refundación en 1989, ha desarrollado buena parte de su carrera en las instituciones europeas como eurodiputado popular desde 1992, y fue el político español con una participación más activa en la elaboración de la Constitución Europea. Habla inglés, francés y alemán y tiene fama de ser un político muy dialogante.

Propuso llevar las finales de fútbol al ‘Día de Europa’

Méndez de Vigo concedió una entrevista a AS en mayo del 2010, antes de la final de la Europa League Atlético-Fulham. La razón: había propuesto junto a Santiago Fisas, que fue secretario de Estado para el Deporte, que las finales de Champions y UEFA se jugaran el 9 de mayo, día de Europa. Se lo comentaron, incluso, a Michel Platini. “El 9 de mayo es cuando Robert Schumann lanza la idea de Europa en 1950”, explicaba. El proyecto no prosperó, pero en sus respuestas deja clara la importancia que concede al deporte como factor integrador. “Hay un razonamiento político, utilizar el fútbol, que une a los europeos, para acentuar el sentido de permanencia (al continente)”. En ese sentido, no veía mal que sonara el himno europeo antes de las finales.