“La uniformidad en el pago puede indicar retribución”

La regularización del personal de clubes deportivos de deporte base, sobre todo monitores, fue promovida por el Consejo Superior de Deportes (CSD) en julio de 2014 después de la realización del Estudio sobre la actividad desarrollada en los clubes y entidades deportivas sin ánimo de lucro. Un trabajo llevado a cabo junto al Ministerio de Empleo y Seguridad Social que concluyó que “no se puede ignorar el carácter laboral en prestación de servicios” de los clubes con sus trabajadores y propuso una regularización “por medio del contrato a tiempo parcial” para evitar “la desprotección” de estos.

Una solución que algunas comunidades autónomas y clubes entienden que aumenta los gastos y perjudica la supervivencia de los modestos. Como un complemento al contrato que obliga a cotizar a la Seguridad Social, el CSD propuso —y el estudio al que ha tenido acceso AS así lo recoge— el Contrato de voluntariado. Una declaración en la que se especifican las labores y se compensan los gastos originados (desplazamiento, manutención, material...). Pero no se puede justificar la prestación en sí del servicio. Es decir, el hecho de entrenar a un equipo.

Y varios clubes y juristas consultados expresan su temor a que este contrato no sea válido ante una inspección de Trabajo. El propio informe indica en su propuesta que “la calificación que otorguen las partes a las cantidades percibidas no determina la naturaleza jurídica de las mismas, por lo que no es vinculante, ni para la Administración ni para los Tribunales”.

También indica que “la periodicidad y uniformidad en el devengo de dichas cantidades puede ser un indicio de su naturaleza retributiva”. Es decir, un pago fijo de 100 euros mensuales podría ser considerado salario, aunque desde el CSD se insiste en que no hay ni habrá inspecciones para este sector. Un presidente de Federación cree que se fomenta la picaresca entre los clubes: “Se hacen pagos en diferentes días y se van cambiando las cantidades, aunque al final sume lo mismo. Una forma de cubrirse las espaldas de cara a una inspección”. Pero el informe también propone que “se documenten adecuadamente” los pagos con tickets y recibos. Difícil, pues, justificar la actividad misma de entrenar.