ESGRIMA
Yulen Pereira gana medallas y se divierte "con un punto loco"
El tirador conquistó el bronce mundial júnior y apunta a los Juegos de Río. "Con él se ha hecho bien desde el principio. Por eso funciona", dice Pirri.
Yulen Pereira (19 años) despidió esta semana su etapa júnior subiendo al podio del Campeonato del Mundo en Tashkent (Uzbekistán), con un bronce y un cuarto puesto por equipos en espada. En 2013 ya fue plata. Y el año pasado, el número uno del ránking mundial de su categoría. Por sus arterias corre sangre mitad caribeña (su madre es cubana), mitad española, con mucho cromosoma de esgrima. Su padre, Manuel Pereira, fue campeón del mundo en 1989 y ahora dirige los pasos por el tapiz de Yulen. “Fuera de la competición es mi padre, pero dentro es simplemente el maestro. Lo sabemos separar bien”, advierte Pereira jr.
Yulen es la gran esperanza de la espada española, que vivió su culmen en 2008 con los el bronce de José Luis Abajo Pirri en Pekín. Con él y junto a Pau Roselló y Miguel Moratilla también se colgó la plata absoluta por equipos el año pasado. “Pirri te abre los ojos. Su experiencia es clave. Controla esos detalles que sólo ve alguien que ya ha estado en muchas batallas, así que me ayuda mucho”, explica el madrileño.
Pirri ve en su colega de entrenamientos “talento natural”. “Lleva mamando la esgrima desde pequeñajo. Al final, el trabajo bien hecho y la constancia de muchos años están dando sus resultados. Con Yulen se ha hecho bien desde el principio y por eso funciona. Ahora hay que hacer lo mismo en categoría absoluta, cuidarlo y darle medios”, advierte el medallista olímpico.
Para Yulen se abre el camino de intentar clasificarse para Río 2016, tanto individualmente como por equipos. “Es el objetivo, y comienza en la Copa del Mundo de París”, cuenta. “Lo normal sería darse un par de años de margen cuando das el salto. Pero yo en la categoría absoluta me veo bien, cómodo. Ya he logrado estar entre los 15 primeros. Soy consciente de que viéndome joven y con medallas en categoría júnior los veteranos saldrán a intentar hundirme, un 5-0 de primeras. Pero no hay problema. Voy a luchar”.
Al madrileño no le disgusta que califiquen su esgrima de heterodoxa. “Me gusta probar cosas nuevas. Meter ritmo en los asaltos, divertirme. ¡Tengo un punto muy loco!”, ríe. Lo último ha sido teñirse el pelo de rubio. Siempre que tiene una competición importante pasa por la peluquería y se hace un corte diferente. Como su esgrima.