Imparable Carolina Marín: ganó su segundo ‘grande’ en Malaisia

El sueño de Carolina Marín volvió a ser la pesadilla de la china Xuerui Li. La campeona olímpica asiática volvió a comprobar que la onubense es la nueva sensación de este deporte. La española, como en aquella histórica final del Mundial 2014, fue capaz de remontarle el partido (19-21, 21-19 y 21-17) y apuntarse su segundo Superseries Premier del año, el Open de Malaisia.

Se trata del segundo ‘Grand Slam’ del circuito mundial (con un premio de 37.500 dólares), que hasta la fecha, desde su primera edición en 1937, sólo habían conquistado otras dos jugadoras europeas.Tras el All England, la española, segunda raqueta mundial a la que ya nadie puede poner límites, volvió a firmar otra gesta en Kuala Lumpur. Si 2014 fue su año, el 2015 parece empezar a ser el de su reinado.

Y eso que la china arrancó fiel a su estilo agresivo con el que castiga el mínimo error de su rival. A Carolina le costó algo entrar en ese ritmo tenso, pero al descanso del primer set se mantenía con opciones (9-11). Varios errores no forzados le dejaron esa manga cuesta arriba (10-16), pero poco a poco la española pareció encontrar ranuras en el muro defensivo de Li (19-19), que no obstante estuvo más acertada en la resolución (19-21).

Pero como en aquella final del Mundial, Carolina ya sabía dónde podía hacer daño y lo puso en práctica en el arranque del segundo set, donde logró varios puntos espectaculares (11-5). Li tampoco se rendía, sacaba partido de su eléctrico juego en la red y se apuntaba un tremendo parcial de 2-9 para meter presión a la española. Pero la onubense tiró de oficio y mandó el choque a la manga definitiva (21-19).

Y ahí a Carolina le tocó remar. Su rival comenzó más fuerte, más cómoda con el juego (7-11), y encima con la suerte de cara (9-14). Aunque Carolina no se deshizo y volvió a mostrar una fuerza mental tremenda. Levantó ese parcial (16-14), incluidos dos puntos concedidos por el ojo de halcón. Ya no se le iba a escapar el título. La onubense sonreía mientras la china volvía a revivir la pesadilla, que se materializó cuando le volvió a tocar observar a la 'reina' Carolina desde el segundo escalón del podio.