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Volvo Ocean Race

El Mapfre se mentaliza para una quinta etapa durisima

La organización anunció que mañana (hora española) saldrá la flota, que tendrá que cruzar el Cabo de Hornos. Habrá cambios en el equipo español

El Mapfre ya está listo para salir de Auckland, donde llegó el primero en la cuarta etapa.

El Mapfre tratará de mantener su buen nivel en la quita etapa, la considerada reina, de la Volvo Ocean Race, la vuelta al mundo a vela con escalas, un maratón de más de 12.000 kilómetros entre Auckland (Nueva Zelanda) e Itajaí (Brasil) y con el paso por el mítico Cabo de Hornos, que dará comienzo finalmente este miércoles. La organización confirmó que los seis barcos saldrán este miércoles a las 9.00, hora neozelandesa, 21.00 hora peninsular española del martes, después de que la amenaza del ciclón Pam parece que haya amainado.

"Hay una gran diferencia entre salir el martes por la tarde o el miércoles por la mañana con condiciones mucho mejores, y la mayoría de los equipos también lo ve así. Pam está generando un sistema muy duro cerca de Nueva Zelanda. Una vez que decides posponer la salida, la cuestión es cuándo salir, saber cuándo ha pasado suficiente tiempo. Vemos que el sistema es grande, que no se ha alejado mucho, y saliendo el martes la flota se encontraría rápidamente con 40 nudos y olas enormes", advirtió el director general de la prueba, Knut Frostad.

"No era una decisión fácil para la organización, la verdad. Ahora está pasando el ciclón, muy potente, que una vez que se vaya dejará una alta presión y por lo tanto, aunque parezca increíble, el viento disminuye muy, muy rápido hasta prácticamente nada. Y si sales pronto te puedes encontrar un gran follón con vientos tan potentes que son innavegables", advirtió Iker Martínez tras la reunión de los organizadores con los patrones de los equipos.

En principio, la salida de la quinta etapa estaba prevista para el domingo, pero la amenaza de Pam, que ha provocado numerosos destrozos a su paso por el Pacífico Sur, hizo que se fuese retrasando. Al final, las seis embarcaciones afrontarán el miércoles neozelandés la salida de las 6.776 millas (12.550 km) de navegación entre Nueva Zelanda y Brasil, con cierta incertidumbre.

"Si después de estar dos días esperando salimos muy temprano va a haber muchísimo viento, y si luego se rompen los barcos no se va a entender; y si después de tanto viento, tanta alerta y tanta prudencia salimos unas horas demasiado tarde y no tenemos viento, tampoco se entenderá. Decantarse por una decisión u otra cambia radicalmente el cómo puede ser la etapa, o por lo menos la primera mitad de la etapa", recalcó Martínez.

El regatista vasco aclaró que con este retraso y las nuevas condiciones la duración de la etapa, cuyo final estaba previsto entre el 1 y el 5 de abril, será "mayor" de la prevista. "Como parece que vamos a tardar más ya estamos empezando a pensar en si necesitaremos hacer reajustes en lo que respecta a comida, gasoil", explicó.

El Mapfre se centrará ahora en intentar recuperar sus opciones de pelear por la victoria final, reforzadas tras su brillante victoria en la cuarta etapa, que confirmó que el equipo español está haciendo progresos. Ahora, lo que espera a los participantes es la segunda etapa más larga de esta edición, marcada por tener que doblar el Cabo de Hornos en su destino hacia Itajaí, meta que prácticamente marca el ecuador de la regata.

"Lo que no me cabe duda es que antes de llegar a Cabo de Hornos algún zapatazo habrá en la flota. Es demasiado tarde, estamos a mediados de marzo y nos va a pegar un buena borrasca con viento, seguro", advertía Iker Martínez, que retorna al puesto de patrón que ha ocupado Xabi Fernández en las dos últimas etapas y que provocará que se baje Rafa Trujillo.

Tras su victoria en Auckland, el Mapfre, con 16 puntos y en quinto lugar, continúa todavía lejos de los dos colíderes que tienen la mitad, el Abu Dhabi y el Dongfeng, que se perfilan como los rivales a batir, con más experiencia en este caso para el barco de Ian Walker y Roberto Bermúdez.