El Barceloneta y el Terrassa jugarán una final anticipada

El Atlètic-Barcelona se medirá al CN Terrassa, segundo y primero de la División de Honor de waterpolo masculino, en la semifinal más igualada que se recuerda en los últimos años en la Copa del Rey, que ha arrancado esta tarde en las instalaciones del CN Barcelona. El encuentro se disputará a las 17:00 y, a continuación, el equipo local intentará clasificarse para la final ante el Mataró Quadis (19:00). Cuatro clásicos de la Liga de waterpolo, estos dos últimos beneficiados por los cruces.

El Atlètic-Barceloneta, favorito a ganar el título y a revalidar la próxima edición de la Euroliga, ha sido el primero en abrir fuego. Sus artilleros no fallaron y Felipe Perrone (3), Albert Español (2) y Namenja Ubovic (3) ayudaron a ganar con tranquilidad al CE Mediterrani, en un encuentro con poca emoción pero con lluvia de goles (16-9). Un parcial de 10-3 en el descanso sirvió para que Chus Martín pudiera dar descanso a sus baluartes para las semifinales de mañana.

El rival de los marineros será el CN Terrassa, flamante líder e invicto del campeonato, que se deshizo del CN Sabadell en un derbi vibrante, aunque los primeros siempre estuvieron por delante tras el primer parcial. El arreón lo dieron después del descanso, pese a la insistencia de Eric Marsal en darle vida al Sabadell (6-9).

Hasta el tercer parcial, con una ventaja de 4-1, no pudo el Mataró Quadis despegarse del Poble Nou Enginyers en los primeros cuartos de final del otro la del cuadro. Víctor Fernández (2) y Pere Estrany (2) tiraron del carro de un partido que estuvo igualado hasta el descanso. Los del Maresme se las verán ante el CN Barcelona, que eliminó al Real Canoe (15-14) en el encuentro que cerraba la jornada. Fue el más emocionate.

Los catalanes se fueron de tres en el marcador pero los hermanos Bustos lograron la igualada (9-9). El conjunto madrileño tuvo el último ataque pero el meta Enric Royo detuvo el lanzamiento. En la tanda de penaltis se impuso finalmente el conjunto catalán gracias al propio Royo, que detuvo tres lanzamientos.